El Parlamento Europeo es, si no el más corrupto, al menos uno de los más corruptos del mundo, como demuestran las estadísticas. En Bruselas reina una moral muy relajada. De los aproximadamente 700 diputados, 163 están implicados en 253 casos de ilegalidades o delitos.
Un estudio publicado a principios de este año por la plataforma de periodismo de investigación independiente “Follow the Money”, en colaboración con una veintena de medios de comunicación europeos, reveló que casi una cuarta parte de los eurodiputados en funciones durante la legislatura anterior (2019-2024) estaban implicados en algún asunto turbio.
Sólo 23 de los europarlamentarios corruptos, es decir, el 14 por cien de los implicados, fueron objeto de sanciones que van desde condenas o multas hasta penas de prisión. La inmensa mayoría de los diputados sorprendidos in fraganti fueron nunca se han sentado en los banquillos.
La investigación identificó y verificó 253 casos en los que estaban implicados 163 diputados. Los casos de mala conducta son bastante variados. “Aunque la corrupción es la categoría de delito más grave, también es una de las más comunes entre los parlamentarios europeos infractores”, explica la plataforma de inteligencia económica, con sede en Alemania.
Entre los casos registrados que involucran a diputados europeos, 46 casos se refieren a comportamientos inapropiados e indecentes en el ámbito profesional, qque son formas elegantes de referirse al acoso sexual. También aparecen 44 casos de fraude y malversación de fondos, 38 casos de abuso y manipulación de información, cuyo ejemplo más conocido es el Qatargate.
Hay 34 casos de mala conducta en el ámbito privado, como violencia, agresión sexual, delitos diversos, así como 29 casos de favoritismo, amiguismo y nepotismo. Los casos restantes se relacionan con abuso de autoridad (16), soborno (16), conflictos de interés a través de actividades relacionadas (13), abuso de recursos organizativos (11) y conflictos de interés a través de “donaciones”, que es otra forma encubierta de referirse a la corrupción (6).
Estos parlamentarios son los que imparten lecciones de democracia y derechos humanos al resto del mundo.