“Recuerdo con mucha claridad un día que nos piden que cambiemos la información. El ministro informaba con un sistema desconocido para nosotros, paralelo, que primero eran llamados telefónicos, luego un código de acceso que ponían los totales. Informaba estas cifras en la mañana, previo a que publicaremos los informes. El 24 de abril, porque previamente el valor absoluto reportado desde Epidemiología era siempre inferior a lo reportado por el ministro, ese día pasó que la información que estaba en Epivigila sobrepasó lo informado por [el ministro de Salud] Mañalich. Así que cuando ya había recibido la base de datos, mi jefatura directa, Rodrigo Fuentes, me indica que por pedido del ministro hay que borrar los últimos registros para hacerlo calzar, porque si bien podía haber diferencias, la información de Epivigila no podía exceder lo informado por el ministro. Nosotros no lo hicimos”.
Esta es parte de la declaración de la exjefa de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud (Minsal), Andrea Albagli Iruretagoyena, entregada el 30 de septiembre al Ministerio Público.
Su testimonio -de 21 carillas- lo dio en el marco de una investigación por presunta diseminación imprudente de gérmenes patógenos en medio de la pandemia, en la que están querellados el Presidente Sebastián Piñera, el exministro de Salud Jaime Mañalich, además de otras autoridades de la cartera de Estado, entre ellas, la subsecretaría Paula Daza.
Albagli dijo que renunció a la entidad porque empezó a hacer un doctorado y debido a que “me sentía éticamente muy incómoda con la forma en que se manejaba la pandemia”.
En relación al día que -según dijo- les pidieron calzar las cifras, señaló que “esta solicitud la realiza mi jefatura directa, pero a nombre del gabinete. Ese día el Gap eran 30 casos, era pequeño. Eran 30 casos de contagio no más. Me piden del gabinete del ministro que vuelva a hacerlo para que se ajuste, entre comillas, el valor sin superar a lo informado por el ministro”.
Y siguió: “Para mí fue muy evidente que eso era impropio, que no lo podíamos hacer. Esta indicación la recibimos a las 11.30 o a las 12.00. El informe (epidemiológoco) lo teníamos listo y lo estábamos terminando, antes de su publicación en la tarde, ahí fue cuando nos pidieron que modificáramos el informe y la base de datos a lo que el ministro había dicho. Fue verbal pero hay más testigos. Estaban todos los de la oficina, Pía Álvarez, Silvina Alvarado, Patricia Cerda, Rocío Martínez, Fabio Paredes, Mario Soto. Todos compartíamos el mismo espacio, excepto dos que estaban ahí circunstancialmente. Estábamos en dependencias del ministerio”.
Dijo que “con la base de datos me refiero a lo que se extrae de Epivigila, lo que se descarga. Lo que ocurrió fue que rechacé la solicitud, porque manipular la base de datos es una irregularidad. Se mantuvo la orden del ministro, que no era admisible, por lo que se pidió que cambiaran el punto de corte de la base, que si era descargada a las 22.00, por ejemplo, se descargaba antes, no recuerdo bien pero el corte se corrió para las 18.00. Adelantaron el punto de corte hasta que hubiera un valor igual o inferior a lo informado por el ministro”.
Consultada por los fiscales respecto a cómo fue la reacción el 24 de abril ante esto, la sicóloga dijo que “sé que había acuerdo entre mis pares, pero solo yo lo verbalicé. Rodrigo Fuentes me responde que era correcto, que era una irregularidad y luego volvió con una segunda propuesta”.
Después le preguntaron si hubo alguna preocupación por las diferencias, a lo que Albagli respondió que “solo en una ocasión, verbalmente, Johanna Acevedo manifestó que estaba preocupada y buscando que esto fuera reparado por el ministro (…) Enviaré los correos que tengo al respecto y una imagen del sistema paralelo creado por el ministro (…) Me llegó y lo guardé para tener registro. Ninguno de los dos eran un sistema avalado por el Departamento de Epidemiología”.
De improviso, Albagli quiso agregar un punto por si después lo olvidaba. Indicó que “si bien es distante a nuestro procedimiento, en conversaciones diversos profesionales nos comunicaron que también informaban directamente al ministro las lesiones del estallido social de manera paralela. Esto lo supe porque participaron en una mesa de riesgo y gestión de información. En un momento hicimos una propuesta de hacer seguimiento a las lesiones del estallido social, formalmente por correo, pero nos respondieron que no debiésemos hacerlo nosotros porque lo hacía el gabinete del ministro directamente”.
En otra parte del interrogatorio, la profesional dijo que “hicimos un análisis sobre el riesgo de morir por Covid en diferentes personas, se dio que los adscritos a Fonasa tenían mayor probabilidad de morir que aquellos que estaban en Isapre. Me pareció información relevante y lo informo a las jefaturas. Hace unos días el ministro Paris dice que hay información que descarta la relación entre letalidad y pobreza, eso falta a la verdad, ya que si bien son modelos complejos sujetos a mejora, al menos hay información relevante que lo sugiere, así que cuando está descartada, no existe información que pueda descartar esta información. Ese correo lo envié el 22 de junio”.
También indicó que cuando se empezó a hablar de meseta, nueva normalidad y retorno seguro, estas fueron recomendaciones que vinieron del “gabiente del ministro o subsecretaría, nunca vinieron de Epidemiología, es más, mi jefatura, Johanna Acevedo, nunca estuvo de acuerdo, no estábamos en una meseta, no se podía hablar de meseta”.
Añadió que “la primera cifra de recuperados tampoco pasó por Epidemiología, fue de gabinete. Nos pidieron publicarlas pero yo señalé que no era ético responder a solicitudes del ministro siendo que lo único que se hacía era publicar el mismo número de personas contagiadas hace dos semanas, pero a nivel internacional no había ningún instrumento que dijera que eso era correcto”.
Después volvió a retomar lo ocurrido el 24 de abril y dijo que renunció, en parte, por ese episodio. “Cuando nos piden manipular la base de datos, que aunque no se haya hecho, se tomó una decisión que si bien no es falta administrativa, sigue siendo reprochable por una decisión de no informar todo lo que se podía informar”, declaró.
“La definición de ‘casos activos’ se construye desde la definición de ‘recuperados’ que se ha adoptado en este ministerio. Dicha definición no se apega a ninguna indicación de organismos internacionales y sus implicancias no son inocuas: estamos comunicando erróneamente que todas las personas que han sido diagnosticadas hace dos semanas ya no son contagiantes y por ende no son ‘casos activos’ y, al no ser precisa esta definición, contribuimos a la propagación del virus en aquellas personas que siguen contagiando luego del período de 14 días”, escribió Albagli en el e-mail.
Y agregó: “Creo firmemente que no podemos publicar cifras irreflexivamente, por lo cual comunico también que si la incidencia actual o ‘casos activos’ (que se construye en base a un supuesto de recuperación que sabemos es equivocado) será desde ahora en adelante obligatorio para incluir en el informe, este es el último informe en el que participaré en su redacción. Haré el traspaso de esta tarea el lunes a quien Uds. consideren del equipo como responsable de darle seguimiento”.
Ante esto, la exfuncionaria indicó que “lo que decía es que la decisión del ministro no tenía sustento, se insistió y por eso escribí ese correo manifestando mi desacuerdo”.
https://www.latercera.com/nacional/noticia/la-declaracion-de-la-exfuncionaria-de-epidemiologia-del-minsal-nos-pidieron-manipular-la-base-de-datos/M7RGV7ZKRBAHTGJ5PPPX2AWSCU/