El mercado de segunda mano crece por el empobrecimiento de los trabajadores

La crisis galopante está modificando el consumo. Vuelven las tiendas de reparaciones, arreglos de ropa y venta de mercancías de segunda mano. Este mercado experimenta tasas de crecimiento anuales superiores al 20 por cien y tiene un brillante futuro por delante por el empobrecimiento de los trabajadores.

Frente a la subida generalizada de los precios, no queda otro remedio que consumir mercancías de segunda mano. Es un mercado que pronto será mayor que el de estreno. En 2021 se triplicó con respecto al año anterior. Entre febrero y agosto del año pasado el gasto aumentó un 22 por cien.

7 de cada 10 personas ya han comprado ropa de segunda mano, aunque el radio de acción de las mercancías se extiende mucho más allá, llegando al calzado, las motos, los ordenadores, móviles, neveras, lavadoras… Ya nadie tira nada a la basura para comprarse algo nuevo.

En Estocolmo la marca de tiendas H&M alquila prendas de vestir. Antes eso se hacía sólo en determinadas ocasiones solemnes, como las bodas. Ahora se ha generalizado. Muchos empiezan a alquilar un par de zapatos para acudir a una entrevista de trabajo y luego los devuelven.

La expansión del negocio ha desatado una competencia muy fuerte entre las empresas y los mercadillos ambulantes van viento en popa, lo mismo que la compraventa por internet y las tiendas de empeños. Las aplicaciones de venta en línea eBay, Wallapop, Milanuncios, Vinted y otras son ya muy conocidas.

Los que compran no ganan lo suficiente como para pagar el precio de una mercancía a estrenar. Muchos compran una televisión, se endeudan, no pueden pagarla y la tienen que vender. A veces compran simplemente para revenderla más cara: han creado un negocio paralelo para sobrevivir de la reventa.

Hay quien justifica la expansión de este mercado de supervivencia porque hay que comprar “de manera inteligente”. Otros, como los seudoecologistas, hablan de sostenibilidad. “Los consumidores prefieren comprar marcas respetuosas con el medio ambiente”, aseguran (1). Bendito sea el capitalismo. Como vivimos en una sociedad libre, podemos elegir, y ahora, como por casualidad, elegimos las mercancías usadas y recicladas.

El capitalismo estira así sus entelequias para justificar lo injustificable. Se ha creado la “ideología de la segunda mano” para ocultar las verdaderas razones de la expansión de este mercado. Dicen que la crisis es una bendición porque así acabamos con el consumismo y creamos un economía circular (2). Es bueno que los salarios se hayan hundido para acabar con el despilfarro y reutilizar las mercancías una y otra vez.

Los que embellecen el mercado de segunda mano deberían responder algunas preguntas: si el capital acelera la obsolescencia de las mercancías, ¿por que comprar una que no va a durar mucho más?

Si alguien quieren deshacerse de lo que no utiliza porque tiene una conciencia ambiental que le impide dormir por las noches, ¿por que no lo regala?

(1) https://luxiders.com/es/ventas-segunda-mano/
(2) https://www.telemadrid.es/programas/telenoticias-1/compraventa-articulos-Espana-impulsada-responsable-2-2367083295–20210809060606.html

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