El gobierno de Ucrania financia a las organizaciones juveniles neonazis

Este año las organizaciones neonazis volverán a recibir fondos del Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes de Ucrania para sus actividades. Entre las organizaciones beneficiadas por el dinero está la encabezada por el sospechoso del asesinato del periodista Oles Buzina. Es un símbolo de los peligrosos vínculos entre el gobierno ucraniano y las organizaciones neonazis.

Siguiendo los pasos de sus predecesores, el gobierno de Zelensky financiará los programas de varias organizaciones ucranianas, llamadas discretamente “nacionalistas”, dirigidas a los jóvenes. Pero la verdadera naturaleza de esas organizaciones es nazi. Desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, el nacionalismo ucraniano, como el del “héroe” Stepan Bandera, es la antesala del hitlerismo o el propio hitlerismo travestido con otros colores.

Para aprovecharse de los fondos públicos, algunas organizaciones juveniles nazis se califican como “banderistas” y otras como defensoras de los “cyborgs”, que es como llaman a los soldados ucranianos que combatieron en el aeropuerto de Donetsk, cometiendo numerosos crímenes de guerra contra la población civil. Otro ejemplo es el Congreso de Jóvenes Nacionalistas, cuya página ucraniana de Wikipedia afirma que “representa oficialmente los puntos de vista de la OUN-B en el ámbito de la juventud”.

La OUN-B colaboró con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y sus voluntarios masacraron, entre otros, a judíos y polacos. Los nazis ucranianos ni inventan nada, ni se preocupan por disimular. Su sitio web muestra la foto de uno de sus miembros con un parche en el que se puede leer “Україна понад усе”, que es una traducción de la consigna nazi “Deutschland uber alles” (“Ucrania por encima de todo”).

Otra organización financiada por el Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes es la “Juventud del Pueblo Ucraniano” que, en su propia página web, afirma abiertamente haber participado en la Revolución Naranja y en la “Revolución de la Dignidad”, que es como llaman allá al Golpe de Estado de 2014.

La Unión de la Juventud Ucraniana ganó premios por proyectos con nombres evocadores como “el camino del guerrero” y celebra el aniversario de la muerte de Roman Shukhevich, comandante del batallón 201 Schutzmannschaft, que participó entre otras cosas en la masacre de Babi Yar en la Segunda Guerra Mundial.

Algunas organizaciones, como el colectivo de exploradores llamados “Plast”, pueden parecer inofensivas porque afirman ser apolíticas, pero no lo son. Sus fotos los muestran al pie de un monumento en Lvov en homenaje a la División SS Galicia y al Ejército Nacional Ucraniano, creado en marzo de 1945 por el III Reich, que incluía la mencionada División SS Galicia entre otros.

Estos exploradores confiesan que han participado activamente en el siglo XX en las “guerras de independencia de Ucrania” y que actualmente defienden las fronteras de su país en el este, es decir, que apoyan y participan en la Guerra del Donbas.

Otro de los colectivos subvencionados, el “Centro Nacional de Defensores de los Derechos Humanos” está dirigido por Denis Polichtchouk, que pertenece al grupo neonazi C14 y está acusado de haber asesinado al escritor Oles Buzina. Otra rama vinculada a C14, denominada “Asamblea Educativa”, también está financiada por el gobierno para su proyecto “Estamos orgullosos de los ucranianos”.

Por si a alguien le quedan dudas: el C14 ha sido definido como organización neonazi por el Consejo Atlántico (la OTAN), el Parlamento Británico y varios medios de comunicación, como el Washington Post o Reuters.

Otros tinglados que maman del dinero público no dejan lugar a dudas; no hay más que leer sus nombres. El proyecto “Invicto Yaroslav Melnik” se refiere a uno de los cabecillas de la OUN-UPA que ecreó durante la Segunda Guerra Mundial en Ucrania.

Las subvenciones oscilan entre 120.000 y 450.000 jrivnias por cada uno de los proyectos, y hay que tener en cuenta que algunas organizaciones han presentado varios. Por ejemplo, sólo la Unión Juvenil Ucraniana recibirá al menos 1,6 millones de jrivnias (unos 60.000 euros).

Según el sitio Strana.ua, si juntamos todas esas organizaciones neonazis, suman casi la mitad del presupuesto asignado, es decir, 8 millones de jrivnias (casi 300.000 euros) de los 20 millones de jrivnias asignados.

Ese total sólo incluye los proyectos para los que se ha indicado una cantidad determinada de dinero. Otros, como el número 83 del “Centro Nacional de Defensores de los Derechos Humanos”, cobrarán dinero “a fondo perdido” en cantidades a las que ni siquiera se les pone un límite.

Las organizaciones juveniles no es la única vía que ha encontrado el gobierno ucraniano para financiar a las organizaciones neonazis discretamente. El 15 de enero un proyecto de ley incluía a la Guardia Nacional, compuesta principalmente por batallones neonazis, entre ellos el Azov, dentro de las instituciones de inteligencia militar, abriendo así la vía a la financiación de sus actividades de espionaje, incluso en el extranjero, como en Rusia por ejemplo.

De esa manera Ucrania pretende financiar el envío de neonazis a espiar al extranjero y a cometer actos terroristas en Rusia. Varios miembros de Azov y de Sector Derecho han sido detenidos en Rusia por preparar atentados terroristas.

—http://www.donbass-insider.com/fr/2020/02/10/ukraine-finance-programmes-jeunesse-organisations-neo-nazies/

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