Donde dije digo… El gobierno británico va a suprimir las vacunación obligatoria de los trabajadores sanitarios y de asistencia social.
En su momento el motivo de la imposición no tuvo nada que ver con la salud pública. El de la eliminación tampoco lo tiene. La obligatoriedad ha creado una escasez de fuerza de trabajo y, como consecuencia de ello, una presión de los salarios al alza y más protestas en las calles.
El gobierno tiene miedo a despedir a unos 80.000 trabajadores que siguen sin vacunarse: uno de cada 20 trabajadores del servicio público de salud. En Londres el porcentaje es aún mayor: uno de cada diez trabajadores no está vacunado.
El ministro de Sanidad, Sajid Javid, se ha reunido hoy con los ministros de la oficina especial de la pandemia para ultimar el cambio de rumbo.
La vacunación obligatoria debía entrar en vigor el 1 de abril, lo que significa que el jueves de la semana pasada era el último día en el que los trabajadores sanitarios podrían haberse inyectado una dosis.
Al día siguiente, el viernes, los que no se hubieran vacunado habrían recibido advertencias de despido y se les habría pedido que calcularan sus períodos de preaviso hasta el 31 de marzo.
El Colegio de Médicos, el de Enfermería y el de Matronas habían pedido al gobierno que ampliara el plazo. Martin Marshall, presidente del Colegio de Médicos, afirmó que la vacunación obligatoria de los trabajadores sanitarios no es el camino correcto.
—https://www.dailymail.co.uk/news/article-10458231/Sajid-Javid-SCRAPS-plans-make-Covid-jabs-mandatory-NHS-staff.html