En 2011 Angela Merkel anunció el fin de la energía nuclear en Alemania. Once años más tarde el gobierno anuncia todo lo contrario y mantendrá en funcionamiento las últimas centrales nucleares, que debían cerrar a finales de este año.
Tras la catástrofe nuclear de Fukushima, la anterior canciller, Angela Merkel, decidió cerrar todas las centrales nucleares. Ahora el gobierno está realizando pruebas de resistencia para determinar el nivel de seguridad actual de los reactores y prorrogar su periodo de vida util.
La decisión de Merkel fue apoyada por Los Verdes, que ahora forman parte del gobierno de coalición del canciller socialdemócrata Olaf Scholz. Desde la Guerra Fría, la lucha contra la energía nuclear ha sido un pilar del programa ecologista. Ahora, una vez en el gobierno, Los Verdes ha tenido que tragarse la parte más sustancia de su programa ideológico.
El mes pasado el ministro de Economía, Robert Habeck, dirigente de Los Verdes, reconoció que la situación energética era de una gravedad sin precedentes. “Estamos en una situación en la que Alemania nunca ha estado. Si el suministro de gas ruso sigue siendo tan bajo como ahora, nos quedaremos sin gas”, dijo, reconociendo que su gobierno se estaba preparando para tomar “decisiones sociales muy difíciles”.
Los conservadores defienden la ampliación de las centrales nucleares y los liberales del FDP, que también forman parte del gobierno actual, también apoyan esta opción. “La vida de las centrales nucleares debe prolongarse hasta la primavera de 2024. Este es el periodo en el que corremos el riesgo de quedarnos sin energía”, dijo Michael Kruse, un dirigente de los liberales.
El domingo, la vicepresidenta verde del Bundestag, Katrin Göring-Eckardt, admitió que en caso de emergencia era una opción utilizar las últimas barras de combustible de las centrales nucleares aún en funcionamiento, lo que alargaría su vida operativa. Incluso la ministra de Asuntos Exteriores, la ecologista Annalena Baerbock, admitió que la “situación de emergencia” en Alemania obligaba a “pensar en todas las opciones”.
Si Alemania mantuviera en funcionamiento las centrales nucleares que le quedan, no sería la primera incoherencia. El gobierno también ha anunciado que utilizará más la energía de carbón para reducir su dependencia del gas ruso.
En marzo el gobierno belga anunció igualmente la prórroga durante diez años de dos reactores nucleares.