El ejército israelí ha elaborado planes para invadir el sur de Líbano, lo que supone una escalada militar que agravará aún más la situación en Oriente Medio, afirma el periódico británico Times.
Los sionistas “quieren hacer retroceder a las formaciones armadas de la organización chiita Hezbollah hasta el río Litani”. Se trata de una frontera de “importancia simbólica para ambas partes”.
“La doctrina israelí es llevar la guerra al otro lado”, dijo al periódico un alto oficial israelí.
La decisión de llevar tropas terrestres a través de la frontera podría ser tomada por el gabinete militar de emergencia de Israel. En cualquier caso, no se podrá volver a ls situación anterior al 7 de octubre, declaró el portavoz del ejército israelí.
Los planes de preparación del ejército fueron aprobados por el jefe del Estado Mayor, añadió.
Tel Aviv ya ha bombardeado con artillería los barrios de las localidades libanesas de Aitroun, Alma Al Shaab, Al Duheirah y Al Naqurah. Desde allí, las milicias chiítas disparan cohetes hacia el norte de Israel.
Durante la primera fase de la guerra (8 de octubre – 28 de noviembre), Hezbollah ha llevado a cabo 299 operaciones contra el ejército israelí, obligando al gobierno de Tel Aviv a evacuar a 70.000 personas de 43 ciudades de la zona.
La milicia libansesa ha logrado neutralizar el sistema de vigilancia, seguimiento y escuchas establecido a lo largo de la frontera israelí, infligiendo incluso daños al “Muro de Separación”, construido en cemento en la zona para evitar la infiltración de comandos libaneses.
Las pérdidas israelíes en el frente libanés son las siguientes: 21 drones derribados, 40 posiciones fortificadas dañadas, así como 170 cámaras de vigilancia, 77 sistemas de telecomunicaciones, 47 radares, 47 sistemas de interferencia electrónica, mientras que el número de pérdidas humanas ascendió a 355 víctimas (muertos o heridos).
La intervención de Hezbollah en la guerra ha obligado a Israel a inmovilizar en la región fronteriza un tercio del personal logístico del ejército, incluidas tropas de élite, la mitad de sus fuerzas navales, mientras que el 50 por ciento de su fuerza balística está posicionada en la línea azul.
El costo de la guerra durante este mismo período se estima en 50.000 millones de dólares, incluidos 28.000 millones de dólares en gasto militar para Israel. La cifra no tiene en cuenta el puente aéreo proporcionado por Estados Unidos para abastecer al ejército israelí y, en particular, los misiles Patriot para equipar la Cúpula de Hierro israelí que protege el espacio aéreo de la balística palestina, ni de las superbombas antibúnker para perforar los túneles de Hamas.
El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales estima que una batería Patriot cuesta alrededor de 1.100 millones de dólares: 400 millones de dólares por el sistema, 690 millones de dólares por los misiles. La unidad está valorada en 4,1 millones de dólares.