Estados Unidos ya no se preocupa por ganar ninguna guerra; le basta con destruir países enteros, como ha hecho con Libia. Lo demás lo deja a los intoxicadores, esa legión de mercenarios que ostenta la condición de “periodistas”. Esa guerra, la del engaño, es la única que es capaz de ganar.
Para ello forja ejércitos de publicistas que fabrican la realidad y las mejores palabras que se deben utilizar para referirse a ella. Esos publicistas siguen cursillos acelerados de adiestramiento que comienzan a preparar las noticias antes de que se produzcan. El guión siempre se escribe antes de rodar la película.
Los Estados serviles, como Ucrania, no tienen autonomía para hablar con voz propia. Son la voz de su amo (1). Por ejemplo, el discurso del embajador permanente de Ucrania ante la ONU, Serguiy Kyslytsya, pronunciado el 23 de febrero ante la Asamblea General de la ONU, fue escrito por Stephen Krupin, cabecilla del grupo de presión DC SKDKnickerbocker, que también le escribía los discursos a Obama y trabajó en la campaña electoral de Biden.
Uno de los que escribió el discurso de Zelensky ante el Congreso de Estados Unidos fue Andrew Mac, un abogado que desde 2019 representa a los grupos de presión que promueven los intereses del gobierno y las empresas ucranianas en Washington.
En un Estado como Ucrania todo es servil, no sólo el gobierno. Las empresas privadas y las ONG que operan sobre el terreno no son más que las terminales de un centro único que tiene su cabeza en Washington. Es el caso de Nataliya Popovych, fundadora de la agencia de relaciones públicas One Philosophy, con sede en Kiev. Popovych trabajó con el Departamento de Estado de Estados Unidos y asesoró al antiguo Presidente ucraniano Petro Poroshenko. Es cofundadora y miembro del consejo de administración del Ukraine Crisis Media Center, un brazo propagandístico financiado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, la National Endowment for Democracy, la embajada de Estados Unidos en Kiev y la OTAN, entre otros (2).
Tanto las instituciones públicas como las empresas privadas, sean estadounidenses o ucranianas, han elaborado listados de fuentes periodísticas, que comprenden tanto las “buenas” como las “malas” referencias. Las informaciones que proceden de las primeras son infladas por ejércitos de bots, mientras que las que proceden de las segundas van a parar a la papelera de los bulos y las falsedades.
En la Guerra de Ucrania ha destacado StopFake, un tinglado con muy buenos padrinos: la National Endowment for Democracy, el Consejo Atlántico, los ministerios de Asuntos Exteriores checo y británico y la International Renaissance Foundation, financiada por la Open Society del omnipresente George Soros.
Pero Facebook ya había contratado a StopFake hace dos años para “frenar el flujo de propaganda rusa”. Todo el preparativo se desmoronó abajo cuando un periodista descubrió que StopFake mantenía vínculos estrechos con los neonazis (3).
Julia Petryk, directora de relaciones públicas de MacPaw, presentó una lista de medios de comunicación “de plena confianza” (4) recopilada por Tetiana Bronistka, que trabaja en la fiscalía ucraniana. La lista incluye fuentes en ruso e inglés, así como canales de Telegram calificados como “objetivos”. No obstante, no son independientes, ya que la mayoría están vinculados a gobiernos estadounidenses y europeos y a las típicas fundaciones de los magnates.
Veamos algunos ejemplos de los medios que los imperialistas tratan de promocionar como si fueran independientes:
Novaya Gazeta es un medio ruso vinculado a la National Endowment for Democracy y aparentemente financiada por ella
Meduza está financiado por el gobierno sueco, el letón, la Fundación OAK, el magnate petrolero Mijail Jodorkovski
Dozhd recibe el dinero de la Comisión Europea y la Fundación Sreda.
Holod Media es una filial de Meduza que ha sido aclamada por la CNN como “independiente” y h alamentado que Leningrado no fuera capturada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial
Current Time TV fue creado por Radio Free Europe/Radio Liberty, órganos de propaganda que, a su vez, fueron fundados por la CIA en colaboración con Voice of America
Censor está financiado por Yuri Butusov, antiguo asesor del Ministro de Defensa ucraniano. Su lema es “Derribar a Rusia”
200RF es una web del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania que dice publicar fotos y documentos de soldados rusos capturados y muertos en combate
Los canales de Telegram que aparecen en la lista son del tipo de Radio Svoboda, un órgano de propaganda fundado por la CIA Radio Free Europe/Radio Liberty, o Espresso TV, cuyo accionista mayoritario es la esposa del antiguo diputado ucraniano Mykola Knyazhytsky.
Uno de los proyectos más ambiciosos de intoxicación mediática es Russian Language News Exchange, que opera como Mediazona, una red de medios de comunicación rusos vendidos al imperialismo fundada en 2016 que opera en los países postsoviéticos. Desde su creación, se ha coordinado con medios de comunicación de Azerbaiyán, Georgia, Kazajistán, Kirguistán, Letonia, Moldavia, Rusia y Ucrania.
Entre los seis periodistas que lo dirigen están Andrey Lipsky, redactor jefe adjunto de Novaya Gazeta, y Yulia Fediv, directora general de Hromadske TV, una de las cadenas más vistas en Ucrania.
Los informes financieros de Hromadske muestran que está financiado por numerosos gobiernos y fundaciones, como la embajada de Estados Unidos en Ucrania, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Dinamarca, la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo, el Fondo Europeo para la Democracia y Free Press Unlimited. El multimillonario Pierre Omidyar, del que ya hemos hablado en otra entrada, también ayudó a crearlo.
Recientemente, un comentarista de Hromadske exigió matar a los habitantes del Donbas, afirmando que es una región poblada por personas “superfluas” que “deben ser exterminadas”.
Aunque alardea de independencia, Russian Language News Exchange es un proyecto de Free Press Unlimited, financiado por el gobierno holandés y la Comisión Europea.
En la actualidad, comprende 14 medios de comunicación que actúan como “nodos”, publicando artículos en varios países entre sí.
El vídeo de presentación del sitio lo encabeza Maxim Eristavi, antiguo periodista de Radio Free Europe y fundador de Hromadske. En la actualidad dirige el Programa de Liderazgo del Milenio en la OTAN y el grupo de reflexión de la industria armamentística, el Atlantic Council.
El año pasado la red se amplió con el proyecto Colab Medios, creado a través del programa VIMES (Free Press Unlimited Viable Media for Empowered Societies) para la formación de periodistas y la difusión de determinados artículos.
El 4 de marzo, unos días después de la ofensiva rusa en Ucrania, se creó un nuevo proyecto llamado Media Lifeline Ukraine. Al día siguiente, Free Press Unlimited convocó una reunión de emergencia con los fundadores de Hromadske, Maxim Eristavi y Nataliya Gumenyuk. En la reunión se pidió que se recaudaran dos millones de euros para el proyecto. “Sólo con un apoyo externo continuado podrán los medios de comunicación locales seguir haciendo su trabajo”, confiesan en su página de presentación.
Unos días más tarde, Free Press Unlimited anunció una asociación para apoyar un nuevo proyecto conjunto de Reporteros Sin Fronteras (5) y su socio ucraniano, el Instituto de Información de Masas, llamado Centro de Libertad de Prensa de Lviv. El Instituto de Información de Masas está dirigido por la responsable de comunicación de USAID, Oksana Romaniuk, y financiado por USAID y el gobierno de Boris Johnson.
(1) https://telegra.ph/Kto-koordiniroval-i-napravlyal-antirossijskuyu-kampaniyu-v-SMI-i-socsetyah-Fakty-i-dokazatelstva-03-07
(2) https://www.provokemedia.com/latest/article/from-ukraine-with-love
(3) https://zaborona.com/ru/stopfake-i-faktcheking-v-facebook/
(4) https://macpaw.com/news/know-the-truth-about-Ukraine
(5) https://ifex.org/reporters-without-borders-and-the-institute-of-mass-information-open-lviv-press-freedom-center/