A principios de este mes, a punto de entrar en el verano, en el Ártico aún quedaban grandes áreas de hielo grueso de varios años, de 4 a 5 metros de espesor, que han obligado a los rompehielos rusos a desviarse de su trayectoria para evitar la travesía del Ártico.
El último rompehielos botado en Rusia, el Yevpati Kolovrat, se ha unido a la flota del Pacífico en la península de Kamchatka. Ante la imposibilidad de atravesar el hielo del Ártico desde el astillero de San Petersburgo, donde fue construido, tuvo que navegar hacia el Atlántico y hacia el sur hasta el Mar Mediterráneo. Luego pasó por el Canal de Suez y cruzó el Océano Índico hacia el Mar de Filipinas antes de llegar finalmente a su puerto de origen en Petropavlovsk, en el Pacífico.
El hielo del Ártico crece y en Rusia las previsiones son de que va a seguir creciendo. Si no fuera así, no estaría construyendo nueve gigantescos rompehielos de propulsión nuclear.
En Groenlandia también se ha producido un aumento excepcional de la nieve y el hielo, impensable para la época del año en la que estamos. De manera similar, el hielo marino alrededor de la costa norte de la isla también está progresando de forma inusual.
Un helicóptero de la Guardia Costera ha descubiertó volúmenes excepcionales de hielo marino frente a la costa de Islandia que constituyen una amenaza para la navegación marítima.
“El hielo llega a la costa a unas ocho o nueve millas náuticas de Hornstrandir, que está más cerca de lo que hemos visto últimamente”, dijo la especialista en hielo marino Ingibjorg Jonsdottir, que viajó a bordo del helicóptero (*).
El hielo marino también era más grueso, continuó Ingibjorg, lo que es peligroso para las embarcaciones pequeñas.
Esta primavera los océanos islandeses, así como las aguas de la costa oeste de Estados Unidos, han registrado las temperaturas más frías que se conocen. Un muelle de La Jolla, en California, registró una temperatura del agua de 11°C en abril, apenas por encima del punto de referencia más frío de la historia, que es de 10°C. Las temperaturas en San Diego también han estado por debajo de lo normal todos los meses desde noviembre.
En Australia, en el otro hemisferio, muchas de las estaciones meteorológicas, especialmente en el sur, han registrado las temperaturas más bajas que se han conocido en un mes de junio. Las estaciones alpinas han recibido altas capas de nieve y han podido abrir nuevas pistas para esquiar. La nieve que ha caído en Australia es comparable a la del año pasado, que tuvo una temporada récord, con sucesivas tormentas de nieve.
(*) https://electroverse.info/shepparton-all-time-cold-utah-avalanche-record-greenlands-summer-gains/
Son los efectos del «calentamiento hueval»: ¡Perdón!, ahora, es el «Cambio climático antropocéntrico» de que nos vuelven a hablar los «entendidos» del IPCC (los ‘prestitutos’ del Panel Intergubernamental del Cambio Climático).
Hay que darle visibilidad