El capital se frota las manos. Estamos hablando de un presupuesto de más de dos billones de dólares y, una vez más, el coronavirus es sólo un pretexto porque contiene una amplia gama de beneficiarios, como los casinos y la industria del juego y las apuestas, por poner un ejemplo (1).
No obstante, el destino de tan gigantesca cantidad de dinero no se sabe a ciencia cierta, aunque ya se habla de que, como titula el New York Times, una parte es “dinero mágico” procedente de la Reserva Federal (2).
Es un “Robín de los Bosques a la inversa”, dicen otros, porque la ayuda es menor cuento más lo necesitas. “Un atraco a los contribuyentes para ayudar a los ricos”, dice Cridit Slips (3). David Hayden, redactor jefe del American Prospect, un diario progre, lo describe de una manera parecida: “Es un atraco escalonado. No es un rescate por el coronavirus. Es un rescate por doce años de irresponsabilidad empresarial que hizo a las empresas tan frágiles que se podían destruir con unas pocas semanas de cierre” (4).
El coronavirus tiene muy poco que ver en todo esto, salvo ejercer de cortina de humo. No obstante, la industria de la “salud” se llevará su pedazo del pastel, tanto si se trata de hospitales públicos como de empresas privadas.
En el presupuesto hay una partida de 100.000 millones de dólares adicionales para el Fondo de Emergencia de Salud Pública y Servicios Sociales, que como promedio suponen más de 100.000 dólares por cada cama de hospital que hay en Estados Unidos.
El Secretario de Salud y Servicios Humanos ha concedido facultades discrecionales sobre la forma en que se distribuirá el fondo. Han puesto un dinero que no saben en qué lo van a gastar.
En cualquier otra situación, sería el Secretario del Tesoro quien debería dar la cara del rescate económico, pero la pandemia permite que sea el de Salud quien comparezca en el Congreso dentro de 60 días para rendir cuentas. Además, habrá un supervisión adicional del fondo hospitalario de 100.000 millones de dólares en una auditoría que se hará a los tres años de su agotamiento.
A diferencia de otros fondos federales para hospitales -como los pagos de acciones desproporcionadas de Medicare y Medicaid que compensan a los hospitales que atienden a una gran parte de los pacientes de bajos ingresos o sin seguro- no hay fórmulas, criterios de elegibilidad o requisitos de distribución geográfica que dicten la manera de distribuir el dinero.
(1) https://www.azarplus.com/la-ley-cares-brinda-un-apoyo-esencial-a-la-industria-del-juego-en-estados-unidos-segun-aga/
(2) https://www.nytimes.com/2020/03/26/business/economy/fed-coronavirus-stimulus.html
(3) https://www.creditslips.org/creditslips/2020/03/mitch-mcconnell-is-robbing-taxpayers-to-bailout-the-rich.html
(4) https://prospect.org/coronavirus/unsanitized-bailouts-tradition-unlike-any-other/%20