El redactor jefe del diario libanés Al-Binaa, Nasser Kandil, escribe con respecto al posicionamiento de Hamas al comienzo de la Guerra de Siria, un asunto que levanta muchas ampollas en Oriente Medio:
“Sólo una cosa ha cambiado y es que en 2012 Hamas se puso del lado de los partidarios de la guerra contra Siria, mientras que hoy se ha reconciliado con Siria. Volvió a barajar sus cartas sobre la base de la unidad de las fuerzas del Eje de la Resistencia, porque la prioridad volvió a Palestina y no al servicio de proyectos que no le conciernen y que más bien se gestan a su costa. Por eso quienes apoyaron a Hamas en 2012 lo califican hoy de enemigo”.
En 2012 quienes apoyaban a Hamas se alinearon con la cohorte de “falsos amigos de Siria” dentro de la coalición imperialista y yihadista, mientras que el jefe de su rama política, Jaled Mechaal, optó por incorporarse a la coalición por sus dependencia de la Hermandad Musulmana, en lugar de tener en cuenta a Palestina.
Muchos han dudado de la reconciliación con Siria, pero no cabe duda de que ha permitido la unificación de todos los componentes del Eje de la Resistencia y las diversas facciones de la Resistencia Palestina.
Otros tampoco están conformes con la postura de Bashar Al Assad de octubre del año pasado de aceptar el cambio de Hamas y de los países árabes, después de diez años de una dolorosa ruptura. La experiencia militar que Hamas adquirió gracias al ejército sirio se volvió contra el pueblo de Siria.
Hoy las posturas de Mechaal han sido rectificadas y, como escribimos en otra entrada, en Gaza hay una nueva dirección política al frente de Hamas, encabezado Yahya Sinwar. Tanto él como Mouhammad Deif, dirigente de las Brigadas Al Qassam, están en el punto de mira de Israel.
En 2017 decíamos que a la postura inicial de Hamas contra el gobierno de Bashar Al-Assad, se le sumó poco después la caída de Morsi y la Hermandad Musulmana en Egipto, tras el golpe de Estado del general Al-Sissi, un problema mayor porque el gobierno egipcio tiene la única llave para que los dos millones de palestinos encerrados en Gaza puedan escapar de la ratonera.
Lo mismo le ocurrió con la ruptura entre Qatar y Arabia saudí. El movimiento de resistencia islámico ha tenido que acoplarse al realineamiento de las fuerzas en Oriente Medio.