Según ha anunciado el canal de la televisión libanesa Al-Mayadine, que cita fuentes de las milicias kurdas, el viernes los terroristas del Califato Islámico iniciaron la retirada de la ciudad de Kobani después de intensos combates. Según esas mismas fuentes, los terroristas se han refugiado en los pueblos vecinos.
Los kurdos de Kobani han publicado imágenes que muestran los cadáveres de los terroristas del Califato Islámico, mientras que a su vez la cadena Al-Mayadine difundía las manifestaciones de júbilo por las calles de Kobani.
Walat Dervich, un alto responsable kurdo de Kobani, ha confiado a la cadena Al-Mayadine que los enfrentamientos, que habían llegado a los tres ejes principales de la ciudad, se habían transladado a la parte exterior de Kobani. «Todos los intentos de los terroristas para apoderarse de Kobani han fallado», ha añadido. «Incapaces de infiltrarse en la ciudad, los terroristas están lanzando ataques con mortero», dijo Walat Dervich, asegurando que después de cinco días el equilibrio de poder ha cambiado, porque las fuerzas kurdas, que hasta este momento estaban a la defensiva, ahora han pasado a la ofensiva.
Unos días antes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos anticipó la retirada de los fundamentalistas como consecuencia de las elevadas pérdidas que han padecido ambos bandos. El Observatorio, que se opone al gobierno de Damasco y tiene su sede en Londres, cifra en 550 los muertos desde el inicio de la ofensiva a mediados de setiembre, aunque reconoce que el número se podía llegar a duplicar.
Con tanques T-57 el Califato Islámico llegó a apoderarse en el centro de la ciudad de la Plaza de la Libertad, lo que transformó la guerra en un enfrentamiento callejero. Pero no pudo mantener sus posiciones y algunas fuentes hablan de «desbandada».
No obstante, la agencia Reuters ha detectado hoy bombardeos del Califato sobre las posiciones kurdas, así como el lanzamiento de 28 misiles y choques esporádicos entre ambos contendientes, especialmente en los barrios del este y sur de la ciudad, junto al hospital.
La victoria kurda ha supuesto una sorpresa inesperada para los imperialistas. El miércoles el portavoz del Pentágono, James Kirby, pronosticó que Kobani «podía caer» en manos del Califato Islámico y se mostraba «muy pesimista» sobre las posibilidades de defensa de las fuerzas kurdas.