El bloqueo imperialista ha fortalecido a la agricultura rusa

William Engdhal

Uno de los comentarios que más a menudo se escuchan por parte de los economistas occidentales tradicionales es que la economía rusa es demasiado dependiente de las exportaciones de energía, y no puede ser competitiva en terrenos diferentes a la exportación de materias primas básicas.

Mientras que las exportaciones de petróleo y de gas siguen siendo una fuente esencial de ingresos para el Estado, está lejos de ser la única. Debido a las sanciones económicas de Estados Unidos y de la Unión Europea contra el sector energético de Rusia en 2014, el Kremlin respondió en agosto del mismo año con sanciones sobre una amplia gama de productos alimenticios de importación de la Unión Europea y los Estados Unidos. Algunos meses más tarde, en noviembre de 2015, cuando Turquía derribó un avión ruso en el espacio aéreo sirio, Moscú también prohibió las principales importaciones de productos alimentarios procedentes de Turquía, especialmente tomates y pepinos. La fuerte reducción de las importaciones de estos productos y los estímulos gubernamentales selectivos a la agricultura han supuesto un espectacular aumento de la producción agrícola rusa.

Antes de la prohibición de las importaciones rusas, el 40% de todas las ventas al por menor de productos alimentarios en Rusia procedía de las importaciones. Todo en las baldas del supermercado, desde los tomates hasta el pollo, era susceptible de haber sido importado. Las marcas multinacionales tales como Nestlé, Kraft y Danone estaban en todas partes.

En lo esencial, los rusos han olvidado el gusto original de sus propios alimentos. La agroindustria occidental estaba lanzada a la producción nacional de artículos de alimentación de calidad bajo importaciones baratas. Esto ha cambiado ahora de forma espectacular, en el corto lapso de tiempo de dos años. Hoy, la agricultura rusa conoce un renacimiento tranquilo y espectacular, un nuevo nacimiento, de hecho.

El presidente Putin, en su discurso presidencial anual a la Asamblea Federal, el 3 de diciembre de 2015, anunció el objetivo nacional de autosuficiencia alimentaria en los cuatro años que van hasta 2020. Esto significa reemplazar completamente el 40% del consumo alimentario en seis años. Y lo más notable es que este objetivo hoy parece modesto, como poco.

Tras haber introducido las prohibiciones de importación de productos alimentarios de Turquía en noviembre de 2015, Putin declaró: “Rusia puede llegar a ser el mayor suministrador de productos alimentarios sanos, ecológicamente limpios y de alta calidad nutricional, que los productos occidentales no proporcionan desde hace muchos años”. El año pasado Rusia también anunció una prohibición total de plantación de cultivos OMG o de importación de productos OGM de Occidente.

Como consecuencia de la combinación de prohibiciones y de medidas para aumentar la producción alimentaria nacional, Rusia ha disminuido sus compras internacionales de productos alrededor de un 40% desde el año 2013, no suponiendo más que unos 26,5 mil millones de dólares a finales de 2015.

Primer productor mundial de trigo

Hoy, la Federación Rusa es uno de los líderes mundiales de exportación de productos agrícolas. El valor total de las exportaciones en 2015 hacia unos 140 países se ha estimado en unos veinte mil millones, cinco mil más que en 2014, representando un aumento de más de un tercio, tras un año de sanciones. Esta suma supera en un 25% los ingresos por exportación de armas y un tercio de los beneficios de la exportación de gas natural.

Muchos tienen la imagen de un sistema alimentario soviético ineficaz y obsoleto, con granjas colectivas gigantes y productores no motivados. Este modelo ha desaparecido desde hace mucho. Hoy, el 70% de todas las tierras agrícolas rusas son privadas. La principal forma de privatización en los años 90 fue la distribución de la tierra a los antiguos empleados de las granjas colectivas estatales. Desde entonces, la mayoría de la tierra, especialmente las ricas tierras de “suelo negro”, el tchernoziom del sur de Rusia y cerca del Mar Negro tiene oficialmente status de propiedad privada.

Con parte de los suelos más ricos en tierra negra del mundo, Rusia, con los incentivos apropiados, ha sido campeona en el aumento considerable de su producción. Engloba una de los dos únicos cinturones de suelo negro del mundo, conocidos como cinturones de tchernoziom. Va desde el sur de Rusia hasta Siberia, a través de los distritos de Kursk, Lipets, Tampov y Voronozeh. El suelo contiene un porcentaje elevado de humus, ácidos fosfóricos, fósforo y amoniaco, son muy fértiles y proporcionan un rendimiento agrícola elevado. Otro cinturón de tchernoziom se extiende desde el sur de Rusia hacia el Oeste: el norte de Ucrania y los Balcanes, a lo largo del Danubio.

El pasado año, la cosecha rusa de trigo ha superado a la de Estados Unidos, haciéndola así el mayor exportador del mundo. Se ha beneficiado también de los excepcionales rendimientos del maíz, del arroz, de la soja y del trigo sarraceno. Los principales compradores de trigo y cebada rusos son Egipto, Arabia saudí, Irán, Azerbayán, Yemen, Libia, Nigeria, África del Sur y Corea del Sur. Desde el fin de la Segunda Guerra, las exportaciones agrícolas de Estados Unidos han sido consideradas como un sector estratégico. Hoy, tras decenios de empleos de productos químicos pesados y métodos de cultivo intensivos, las grandes granjas de Estados Unidos en lugares tales como Kansas se enfrentan a un grave agotamiento del suelo y a la muerte de microorganismo vitales. El rendimiento de una cosecha no reemplaza la calidad, y aquí los cereales rusos “bio” se están convirtiendo en la principal  fuerza en los mercados mundiales de cereales.

Igualmente, Rusia permite hoy el alquiler de tierra agrícola a los extranjeros. El gobierno está en negociaciones con grupos alimentarios asiáticos, en China y Tailandia, para ayudar a invertir y modernizar sectores claves tales como la producción lechera. El Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) dispone de una suma de dos mil millones, junto con China, para invertir en proyectos agrícolas. Ha formado recientemente en empresa en común con CP, un grupo tailandés, para construir el mayor complejo lechero integrado de Rusia. También trabaja con Egipto para crear una plataforma de exportación de cereales rusos a través del canal de Suez.

Hay que destacar que numerosos oligarcas rusos, en vez de gastar su riqueza fuera del país invirtiendo en el sector inmobiliario de Londres, en clubs de fútbol u otros proyectos que nada hacen por ayudar a construir la economía de Rusia, invierten ahora grandes cantidades en el sector agroalimentario ruso. Los incentivos fiscales y otras medidas que el gobierno ha establecido hacen esa inversión extremadamente rentable.


Evgenia Tyurikova, a la cabeza de la banca privada filial del banco estatal Sberbank, el más importante de Rusia, ha declarado recientemente a Bloomberg: “Las dos inversiones más atractivas para los rusos ricos son las tierras agrícolas y los hoteles europeos. Esta tendencia es muy nueva” […]

La siguiente etapa hacia el objetivo de autosuficiencia alimentaria rusa es la explotación de unos 40 millones de hectáreas de tierras agrícolas ociosas, en gran parte abandonadas durante el hundimiento de la economía en los años de Yeltsin en 1990. Estas tierras en barbecho representan la superficie de Irak. Putin ha exhortado al Estado a ceder algunas de ellas (que le pertenecen) para crear más explotaciones privadas […]

La astuta estrategia de las sanciones de Occidente les ha dado en pleno rostro. Rusia se orienta hacia el este y no hacia el oeste, y la agricultura es una parte importante de este giro.

Fuente: http://journal-neo.org/2016/06/15/russia-number-one-world-wheat-exporter/

comentarios

  1. tengo una pregunta
    ¿es cierto que la agricultura soviética era muy deficiente y que tenían que importar grano de EEUU?

  2. ¡Viva Rusia! ¡Viva Putin y demás gente decente de la grande Rusia! ¡Y ojalá que revienten todos los bastardos enemigos del interior que pueda albergar en la actualidad esa gran nación!

  3. ¡Viva Rusia! ¡Viva Putin y demás gente decente de la grande Rusia! ¡Y ojalá que revienten todos los bastardos enemigos del interior que pueda albergar en la actualidad esa gran nación!
    ->
    ¡Además! ¡Qué pena que alguien como Putin no gobernase Venezuela a partir de la muerte de Chávez!

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