El culebrón Euroclear no descansa ni un minuto. Mientras la Unión Europea quiere apropiarse permanentemente los 235.000 millones de dólares en activos rusos depositados en Europa, el Banco de Rusia anunció ayer la presentación de una demanda contra Euroclear ante el Tribunal de Arbitraje de Moscú.
El Banco ruso acusa a su homólogo belga, especializada en transacciones financieras, de emprender “acciones ilegales”. Euroclear es el principal depositario de los activos rusos, con más de 200.000 millones de dólares.
“Las acciones del depositario Euroclear han perjudicado al Banco de Rusia debido a la incapacidad de gestionar sus activos líquidos y valores”, declaró el Banco ruso en un comunicado de prensa.
“Los mecanismos para el uso directo o indirecto de los activos del Banco de Rusia, así como cualquier otra forma de uso no autorizado de los mismos, son ilegales y contrarios al derecho internacional, violando en particular el principio de inmunidad soberana de los activos”, añade.
Según los medios rusos, la cantidad reclamada incluye los activos congelados y la indemnización por lucro cesante.
No es la primera demanda judicial. Euroclear declaró que actualmente se enfrentan a más de cien recursos legales en Rusia. Moscú considera ilegales las sanciones internacionales impuestas en su contra, incluido el embargo de sus activos, y considera su uso como un robo.
El jueves los 27 Estados miembros de la Unión Europea eliminaron un obstáculo clave para el uso de estos activos embargados al declarar permanentes las sanciones contra Moscú que fundamentan su inmovilización. Anteriormente, estas sanciones se renovaban cada seis meses. En otras palabras, lo que hasta ahora solo era un “préstamo provisional” del dinero ruso, ahora se ha convertido en una apropiación definitiva.
Los activos embargados pueden utilizarse ahora como garantía para financiar un préstamo de 90.000 millones de euros a Kiev. Según la jugarreta de la Comisión Europea, Ucrania solo tendría que reembolsar el préstamo si Rusia abona las reparaciones de guerra. Si se niega, las sanciones que llevaron al embargo seguirían vigentes; Kiev no tendría que pagar nada y Rusia seguiría sin poder exigir la devolución del dinero.
Rusia han advertido reiteradamente que el “préstamo de reparación” provocaría una reacción muy severa. Ayer el Banco Central advirtió que el chanchullo europeo será impugnado ante los tribunales nacionales, las autoridades judiciales de estados extranjeros y organizaciones internacionales, tribunales de arbitraje y otros organismos judiciales internacionales.
Por su parte, Bélgica sigue negándose a aceptar el robo de los activos rusos, por temor a ser el único país que cargue con las consecuencias.