Drogados y sumisos (142 estadounidenses mueren cada día por sobredosis de opioides)

En el laboratorio del Dr. Ian Hay de Estados Unidos, donde realicé mis primeras investigaciones en 1993, se estudiaba la posible relación del síndrome de la fatiga crónica con el virus del herpes simple tipo 6 y 7. Cuando pregunté al Dr. Hay cómo se definían los objetivos de la investigación en su laboratorio, me hizo pasar a su despacho y me explicó que, en Estados Unidos, la investigación biomédica está financiada principalmente por los Institutos Nacionales de Salud -National Institutes of Health (NIH)- y que éstos deciden sus prioridades en función de una lista que les proporciona el Congreso de Estados Unidos, y que los congresistas (en su mayoría millonarios) reciben las presiones de los lobbies y lo normal es que cedan ante los más poderosos. Es decir, que las prioridades de la investigación médica en Estados Unidos están ligadas a intereses económicos y políticos que nada tienen que ver con los intereses reales de salud de su población y mucho menos de la población mundial
Teresa Forcades i Vila (1)

Gran parte del problema de adicción a los opioides que vivimos actualmente proviene de la industria médica y farmacéutica
Clara Gil (2)

El comienzo del fenómeno fue el analgésico recetado OxyContin, producido por la familia Sackler a través de su compañía Purdue Pharma que lo introdujo al mercado en 1996 mediante una gran campaña publicitaria presentándolo como un analgésico supuestamente inofensivo.

La oxicodona, comercializada por Purdue Pharma como OxyContin, ya tenía ventas por 1.500 millones de dólares en el año 2002; ahora supera los 3.000 millones. La familia Sackler, propietaria de la compañía se encuentra entre las familias más ricas de los Estados Unidos, según la revista Forbes (3).

La epidemia comenzó con dichos analgésicos. El gran aumento en el número de muertes relacionadas con las drogas en Estados Unidos fue una de las razones por las cuales la esperanza de vida promedio ha disminuido desde 2015, por primera vez desde la Primera Guerra Mundial. La epidemia de opiáceos en Estados Unidos creció hasta tal punto, que el 26 de octubre de 2017, el presidente Donald Trump declaró la emergencia médica.

En el año 2007 Purdue Pharma y tres gerentes fueron procesados bajo la acusación de comercialización agresiva de OxyContin y fueron sentenciados a una multa de 634.5 millones de dólares (4).

En agosto de 2019 un tribunal del estado de Oklahoma condenó al gigante farmacéutico Johnson & Johnson a un pago compensatorio de 572 millones de dólares por las mismas acusaciones de propaganda engañosa de sus opiáceos (5).

En 2019 la farmacéutica Purdue Pharma enfrentó el pago de 12.000 millones de dólares en indemnizaciones por su medicamento OxyContin, y llegó a una conciliación con los demandantes para acogerse a la ley de quiebras de Estados Unidos. En tanto la familia Sackler, propietaria de la empresa, está acusada de evadir dinero de Estados Unidos, para esconderlo en bancos suizos, según señala la Fiscalía de Nueva York (6).

142 estadounidenses mueren todos los días por una sobredosis de opioides como la oxicodona, el fentanilo o la heroína. La crisis de los opiáceos en Estados Unidos se ha convertido en una epidemia sin precedentes. Solo en 2015 los analgésicos en particular mataron a 59.000 estadounidenses. Además, muchos jóvenes ya no pueden trabajar porque son dependientes. Diversas fuentes afirman que el daño económico está cerca de los ochenta mil millones de dólares anuales (7). E incluso la disminución de la esperanza de vida de los estadounidenses blancos puede ser en parte culpable de la crisis de los opiáceos (8).

En Estados Unidos, unos 70.000 habrían muerto por sobredosis de fentanilo solo en 2021 después de un aumento catastrófico en 2020. Las muertes por sobredosis de drogas aumentaron nuevamente a niveles récord en 2021, acercándose a 108.000 (9).

Nadie cuestiona el mercado de recetas porque actualmente es un jugoso negocio de las farmacéuticas y de médicos, que, a cambio de prebendas, recetan medicamentos a base de fentanilo, con el pleno conocimiento de sus consecuencias adictivas. Baste un dato para medir el tamaño del negocio de farmacéuticas y médicos, y el tamaño del problema: en el año 2021, en Estados Unidos, se emitieron 500 millones de recetas a particulares de medicamentos a base de fentanilo. Directivos de la empresa sobornaron a cerca de 68.000 médicos; les ofrecieron comidas, viajes y dinero a cambio de recetar este analgésico. “La industria del fentanilo es tan rica y poderosa que su grupo de presión tiene influencia en nuestro Congreso y en nuestra Agencia Federal de Medicamentos, la FDA”, afirma Marcia Angell, editora en The New England  Journalist of Medicine (10). Lo corrobora Agnus Deaton: “Hay que tener presente que hay cinco lobistas del sistema de salud por cada miembro del Congreso” (11).

El país del mundo con un mayor consumo -medido en ventas a través de la base de datos IQVIA- en 2019 fue Canadá, con 987,6 MME. (miligramos de morfina por 1.000 habitantes y día). El segundo fue Suiza (897,60), seguido de Alemania (879,60) y España, (863,14) (12).

Otro fármaco al cual se debe prestar atención es Adderall, un medicamento para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) se trata de una combinación de dos estimulantes, anfetaminas y dextroanfetaminas. Cuando lo toman personas con presunto TDAH, inicialmente tiene un efecto calmante, pero uno de los primeros efectos secundarios nocivos del Adderall es que es adictivo. Pero al parecer poco importa a la mafia farmacéutica con el visto bueno de muchos funcionarios de la educación, ya que Adderall se usa para medicar a niños en edad escolar da partir de 3 años, de cuyo seguimiento y de cuyas secuelas posteriores parece ser que tratan de correr un tupido velo por la falta de informaciones de carácter público (13).

Después de estas consideraciones sobre los efectos nocivos de ciertas sustancias psicoactivas y el entramado que lo ampara, debemos adentrarnos en otro aspecto fundamental: la estrecha relación entre ciencia y poder económico, planificando ambos las medidas para mantener una parte de la población sumisa, alienada, dependiente, enferma… muerta. Pero no para todas las clases sociales, sino preferentemente para aquellos colectivos considerados superfluos.

Es una puesta en práctica de la modalidad eugenésica que proclaman los voceros del Gran Reinicio. Primero los drogamos, después los mantenemos tranquilos, a continuación nos embolsamos enormes cantidades de dinero debido a la dependencia de las substancias que ingieren. Y cuando se agotan sus recursos, los dejamos morir.

Si no somos capaces de crear un frente social que enfrente tanto a los traficantes “clandestinos” de drogas, como a los traficantes “legales” de las mismas (que son todavía más peligrosos debido a su impunidad), estaremos dejando en manos criminales el porvenir de nuestras criaturas y de nuestros jóvenes.

(1) Teresa Forcades Vila. Otras cuatro palabras clave para analizar críticamente un ensayo clínico. Salud Colectiva, vol.7, nº2. 2011 http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S1851 82652011000200009&script=sci_arttext&tlng=en
(2) http://www.playgroundmag.net/articulos/reportajes/Fentanyl-droga-heroina-negocio-farmaceutico_0_1972002814.html
(3) https://www.zeit.de/wissen/gesundheit/2017-08/opiod-krise-usa-nationaler-notstand-donald-trump-therapie/komplettansicht
(4) https://www.reuters.com/article/us-oxycontin-misbranding/purdue-frederick-pleads-guilty-in-oxycontin-case-idUSWBT00695020070510
(5) https://www.spiegel.de/wirtschaft/unternehmen/opioid-epidemie-johnson-johnson-in-den-usa-zu-millionenstrafe-verurteilt-a-1283786.html
(6) https://www.infobae.com/america/eeuu/2019/09/14/acusan-a-la-familia-propietaria-de-purdue-pharma-de-ocultar-1-000-millones-de-dolares-en-bancos-suizos/
(7) Florence, C., Zhou, C., Luo, F. and Xu, L. 2016. “The Economic Burden of Prescription Opioid Overdose, Abuse, and Dependence in the United States, 2013. Medical Care, 54: 901-906 http://journals.lww.com/lww-medicalcare/Abstract/2016/10000/The_Economic_Burden_of Prescription_Opioid.2.aspx
(8) Anne Case & Angus Deaton, Deaths of despair and the future of capitalism. 2017. Muertes por desesperación y el futuro del capitalismo. Editorial Planeta. 2020
(9) https://www.nytimes.com/2022/05/11/us/politics/overdose-deaths-fentanyl-meth.html
(10) Marcia Angell. The Age of Fentanyl: Ending the Opioid Epidemic Capítulo 7 Rethinking Our Relationship with Opioids and Big Pharma https://www.nybooks.com/articles/2018/12/06/opioid-nation/
(11) https://frdelpino.es/conferencia/conferencia-magistral-anne-case-y-angus-deaton/
(12) https://www.elindependiente.com/vida-sana/salud/2022/03/31/espana-supera-a-eeuu-en-el-consumo-de-analgesicos-opioides-segun-the-lancet/
(13) https://medlineplus.gov/spanish/druginfo/meds/a601234-es.html https://institutonoa.es/adderall-en-espana-que-es-y-cuales-son-sus-efectos-secundarios/

 

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