Una denuncia anónima destapó hace meses una redada contra la Guardia Civil que ha acabado con la detención en Galicia del sargento Carlos Cebreiro, responsable durante años del cuartel de Morro Jable, en la isla de Fuerteventura. Junto con otros cuatro guardias civiles más, pasó a disposición judicial el martes.
Todos ellos están acusados de los delitos de detención ilegal, falsedad documental y contra las garantías constitucionales. Los guardias civiles no respetaban los plazos máximos de detención y allanaban los domicilios privados de las personas.
La denuncia partió de un anónimo que enumera una serie de irregularidades en el cuartel de Morro Jable. Este informe anónimo estaba en poder de un coronel desde el 18 de junio del año pasado.
Aunque el informe es un catálogo de arbitrariedades, los duardias civiles detenidos de Morro Jable están acusados de tres supuestos delitos de otra naturaleza bien distinta: detención ilegal, falsedad documental y delitos contra las garantías constitucionales.
El martes por la tarde los tres detenidos en Fuerteventura fueron trasladados del calabozo del cuartel de la Guardia Civil de Puerto del Rosario al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6, donde la jueza sustituta les tomó declaración antes de ponerles en libertad y decretar el secreto de sumario.