Ya condenado en 2014 por la Audiencia Nacional a dos años de prisión por “enaltecimiento del terrorismo”, y con causa pendiente por la denuncia del alcalde de Lleida, Pablo se sumó a la protesta de los estudiantes que mostraban su desacuerdo con la política de la U.E. y de España sobre los refugiados, participando en el encierro estudiantil que se inició el pasado 17 de mayo.
TV3 denunció las supuestas “agresiones a periodistas” del día 2 de junio, y pintadas en la fachada de su sede. Días después los cristales de dicha televisión fueron atacados con piedras y nuevas pintadas: “Manipuladores”, “No sois periodistas”.
Pablo fue de nuevo detenido al mediodía de ayer, y bajo ningún concepto le fue comunicada la causa de su detención, que hizo pública minutos más tarde la agencia EFE.
¡Pablo solidaridad!
¡Libertad inmediata!