La retirada de las tropas americanas de la península coreana representaría un declive irreversible de la supremacía imperialista en el Extremo Oriente. Para evitar tal retirada, el imperialismo ha construido una imagen sobre Corea del norte como una amenaza inminente a la estabilidad internacional, una imagen en la cual los medios de comunicación son protagonistas.
Los llamados “Documentos del Pentágono”, oficialmente denominado “Informe de la Oficina de la Fuerza de Tareas del Secretario de Defensa de Vietnam”, compilados por el Departamento de Defensa de Estados Unidos en 1969, revelan que la Guerra de Vietnam formaba parte de una estrategia para mantener controlada a China.
Tres citas importantes de estos artículos revelan esta estrategia. En primer lugar, dice: “La decisión de febrero de bombardear Vietnam del Norte y la aprobación en julio de los despliegues de la Fase I sólo tienen sentido si apoyan una política estadounidense a largo plazo para contener a China”.
Más adelante los documentos admiten: “China, como Alemania en 1917, como Alemania en Occidente y Japón en Oriente a finales de la década de 1930, y como la URSS en 1947, está emergiendo como una gran potencia que amenaza con socavar nuestra importancia y eficacia en el mundo y, más distante pero más amenazante, organizar toda Asia contra nosotros”.
Finalmente, los documentos describen el teatro regional en el que Estados Unidos se enfrenta a China: “Hay tres frentes para un esfuerzo a largo plazo para contener a China (teniendo en cuenta que la URSS ‘contiene’ a China al norte y al noroeste): a) Frente Japón-Corea; b) Frente India-Pakistán; y c) Frente Sudeste Asiático”.
Los documentos del Pentágono siguen mostrando el contexto de las tensiones actuales en Extremo Oriente, incluida la península de Corea. La demonización de Corea del norte es el principal medio por el cual Washington ha justificado durante décadas su compromiso a lo largo en el frente Japón-Corea contra China y el este de Rusia.