Cristianismo primitivo

Bianchi

Cuando el Imperio romano entra en crisis y empieza a derrumbarse, surge el culto al Emperador que se declara dios y exige a todos sus súbditos que le adoren, aunque sea de metirijillas. La sacralización del Imperio no era el capricho de un sonajas desneuronalizado tipo Calígula. La adoración del César era una necesidad política como hoy se adora el tótem Constitución -o así se pretende- para un Imperio en vías de descomposición.

Cuando los cristianos del siglo I afirmaban su fe en Jesús como el único Dios se quitaba al César su condición divina y su, por así decir, legitimación ideológica. Era un acto subversivo contra el César. Era un acto revolucionario, «terrorista», diría hoy el «stablishment», es decir, los que hoy volverían a crucificar a Jesucristo (caso de haber existido) por echar a los ladrones del Templo. Y encarcelarían a los patriotas macabeos, zelotas y nazarenos como Sansón, esto es, y salvando las distancias, patriotas nacionalistas, antifascistas, comunistas, anarquistas, demócratas, etc. Se entienden las persecuciones de cristianos (que no fueron tantas ni el maltratado por Hollywood Nerón tuvo protagonismo) por parte de los emperadores desde un punto de vista político. Los cristianos -como hoy los comunistas- significaban un peligro real para el Imperio romano.

Este espíritu rebelde de los primeros cristianos se sintetiza en la célebre frase del evangelio (que significa «buena nueva»): «dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». El César era el símbolo supremo del sistema esclavista de dominación. La fe de los primeros cristianos era la fe de los esclavos, de los explotados, de los pobres. A partir del siglo IV, el cristianismo va a traicionar -con el Edicto de Constantino (que se murió pagano y descrismado=no bautizado)- sus orígenes rebeldes. De perseguido pasa a perseguidor hasta donde puede y le dejan hasta hoy.

El cristianismo primitivo provocó una gran conmoción en el Imperio romano. Minó la religión (pagana) y todos los fundamentos del Estado; negó radicalmente que la voluntad del César fuese la ley suprema; era un partido sin patria, internacional; se propagó por todos los países del Imperio, desde la Galia hasta el Asia. Aquel partido de subversión, conocido con el nombre de cristiano, tenía una fuerte representación en el ejército; había legiones enteras compuestas por cristianos. Muchos ostentaban las cruces en sus cascos en señal de protesta (como si llevaran la hoz y el martillo, suponga el lector más osado y atrevido).

¿Quién supone el lector/a, caso de haberlo, que lea esto que escribió estas líneas. ¿Bergoglio, el Papa Francisco? ¿Por qué no?, podría ser. ¿Pues no teatraliza gestos populistas -ya no tanto- que auspician un campeón de los desnutridos y los parias?

No. El parágrafo anterior -con alguna leve incrustación mía- salió del cálamo, de la pluma de un padre del socialismo científico: Federico Engels. Entonces comulgaban con hostias sin levadura, ázimas. Hoy con ruedas de molino.

Ojo con el turrón y buenos días.

comentarios

  1. Mi tesis no es totalmente esta, pero la doy por buena y no la rebato en absoluto, mas no sólo por la conclusión, sino que también porque estoy desganado (cansado).

  2. En realidad el cristianismo fue el último invento del imperio para intentar evitar su caída. El imperio cayó igualmente, pero el invento se quedó. A ver que inventarán ahora…

    1. El imperio cayó precisamente por el vampirismo sacerdotal al servicio de las plutocracias fascistas del tipo de quienes asesinaron a César a efectos de revertir la magna obra romana y su loable labor en pro de una paz digna y viril propia de varones y no la de borregos que se nos impuso criminalmente por los católicos sirviéndose a tales efectos de la casta sacerdotal al modo judío. Y yo, de todas todas, no rebuzno. Palabra de Dios; alabad-me al señor!
      – Privada la poderosa palabra de la divinidad, sólo quedan los hombres con su pluralidad de opiniones y su disensión en las representaciones respectivas, sin que ninguna de ellas pueda ser superior a las demás. Nada hay más confuso que dejarse guiar por los rumores y opiniones del vulgo (los no sabios), pues arrojan a quienes de ellas se sirven en la incertidumbre e infortunio.

      El imperio, ya bajo control de los católicos, fue dividido por estos, primero en los imperios de oriente y de occidente, para posteriormente dividirlo nuevamente en naciones bajo control de los católicos de las diversas religiones (los que las utilizan para "formar" creyentes), a fin de tener éstas a modo de feudos para su lucro particular, por procedimientos como la represión del proletariado a fin de mantenernos sometidos a sus intereses plutocráticos, el tráfico de influencias y prebendas según un ordenamiento jerárquico, y por último la corrupción más o menos encubierta e impune de las supuestas sociedades de derecho por las que de nuevo supuestamente y sólo supuestamente, se rigen.

      A los católicos de las diversas religiones les interesa mantener sus naciones feudo también para cuando proceda usar de sensacionalismos mayores como el enfrentamiento entre ellas, cuando se deba acabar con grandes conflictos de interés en el interior de éstas y así mantener activos sus intereses plutocráticos. Aunque "entre bastidores" están perfectamente orquestados, aunque pueda no parecerlo.

    2. Ha quedado todo clarísimo.
      Muchas gracias.

      Particularmente iluminador eso de: "la magna obra romana y su loable labor en pro de una paz digna y viril propia de varones".

      :-

      Total, que felices Saturnales, Sol Invictus y Pax Romana para todos.

  3. En este articulo no podia faltar nuestro amigo Rafael xD.Desde mi punto de vista, las religiones son una rama de la politica y su finalidad basicamente es controlar la mente de los maximos seguidores posibles y sacarles el dinero.Mas o menos se podria decir que el cesar ha evolucionado hasta convertirse en el papa

  4. No fumo de lo vuestro, porque no quiero empedarme.

    Confundir a los gestores del rentable consorcio de los cielos en la tierra (los papas), con un César pacificador de los bárbaros del norte de Europa (los antiguos yanquis europeos, por así decirlo) para que estos no se saliesen de madre patria a sentar colonias en territorios ajenos (con todo lo que la guerra conlleva de indeseable), labor de pacificación realizada a base de sangre y valor romanos por siglos a fin de poder regir el mundo al modo de una sociedad de derechos según una loable normativa, NO PUEDO.

    Los cuentos clericales a cargo de los curas (y yo tampoco sé por qué se les llama curas, si son la misma enfermedad), cuentos que tienen por cometido desplazar la atención de las masas hacia "el más allá" a fin de poderlas trasquilar como a ovejas y a borregos en la tierra, no son otra cosa que cuentos. Es decir que TAMPOCO PUEDO NO VER que las religiones son un instrumento utilizado por el capitalismo, con el que amansar esos inmorales a sus "rebaños" por la moral (budista, cristiana, etc.) para poderlos trasquilar impunemente como a ovejas y a borregos.

    Del resto yo no fumo, repito que para no empedarme.

  5. Nadie ha dicho, o yo por lo menos no, que el cesar o el papa sean los pacificadores ideales del mundo happy flower.Solo que me parece evidente la transicion de uno a otro.No creo en religiones, aunque he visto cristianos creyentes con calidad humana que le dan tres mil vueltas a los ateos y viceversa.Pero bueno, mas vale empedarse que empecinarse.

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