Rita Maestre en sus viejos tiempos |
Fueron detenidos y procesados por un delito que se llama “ofensas a la religión”, o sea, al catolicismo, que es la única verdadera religión. El juicio se celebró esta semana y el fiscal les pide un año de prisión.
El transcurso del tiempo es inexorable y, cinco años después, aquella radical estilo Femen que fue Maestre no es lo que era, por lo que pidió disculpas a la Conferencia Episcopal, aunque no sabemos el motivo de las mismas. El caso es que se disculpó ante la jerarquía, no ante los creyentes, que son quienes se pueden dar por ofendidos por ese tipo de protestas.
Son siempre los mismos pidiendo disculpas por lo que no puede ser nunca delito. Quien debería pedir disculpas y pedir la derogación de dicho delito es la Conferencia Episcopal. No es aceptable -de ningún modo- que en un Estado laico las universidades tengan ninguna capilla, ni mezquita, ni santuario, por lo que la portavoz municipal se disculpa por nada. ¿Cuándo van a pedir disculpas los demás?
El caso de Guillero Zapata, otro concejal del Ayuntamiento de Madrid, ya demostró que los fans de Podemos son las peores plañideras. Los ponen contra las cuerdas y no se cansan de disculparse y pedir perdón por nada. No son capaces de aceptarse a sí mismos, de sacar pecho por lo que alguna vez dijeron o hicieron y dar un paso al frente. Ni hablar. Lo suyo es recular.
Los fascistas, que nunca se han disculpado de nada, lo saben muy bien y les aprietan clavijas sabiendo que cederán. A raíz del juicio a Maestre, un editorial del diario fascista La Gaceta no se ha cortado ni un pelo en sus amenazas: “Correréis como en el 39”, les ha dicho.
En el 39 se produjeron centenares de miles de asesinatos, detenciones y exilios, pero el fiscal no ha procesado a los periodistas de La Gaceta por apología del terrorismo, ni ha cerrado el periódico… Nada de nada. Aquí el fascismo tiene patente de corso.