A los fumadores ya los tienen convencidos de otro fraude característico: “fumar mata”, el tabaco es malo para la salud y la nicotina es una droga peor que la farlopa.
Lo cierto es que el problema está en los aditivos que las multinacionales productoras añaden al tabaco y, por lo tanto, en las propias multinacionales.
Lo mismo ocurre con la comida. La semana pasada se celebró en Brasil el Congreso Internacional sobre Obesidad (*), donde el epidemiólogo Carlos Monteiro propuso etiquetar los envases de comida ultraprocesada igual que el tabaco. El “fumar mata” se convertiría en “comer mata”.
El consumo de alimentos ultraprocesados está en constante aumento por una razón elemental: porque los trabajadores no pueden pagarse otro tipo de alimentación y se ven obligados a comer basura. Un plato sano es sólo para los que se pueden permitir el lujo de pagar su precio.
Según Monteiro, los alimentos ultraprocesados “están en el origen de la pandemia de obesidad y de otras enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación, como la diabetes”. Entre los alimentos que se deben evitar hay cereales, bebidas azucaradas como refrescos, comida rápida y comidas preparadas.
Es una emergencia de salud pública y se deben tomar medidas impactantes para corregir rápidamente la situación. Los alimentos ultraprocesados son tanto más preocupantes cuanto que figuran en la lista de treinta y dos efectos nocivos para la salud, que provocarían, por ejemplo, enfermedades cardíacas o cáncer.
Monteiro también quiere prohibir la publicidad de estos alimentos para poner freno a las ventas, e incluso impedir que formen parte del menú en las escuelas y establecimientos de salud.
El nombre de “alimentos ultraprocesados” proviene de Monteiro, quien diseñó el sistema de clasificación de alimentos denominado Nova. Se divide en cuatro grupos clasificados en orden ascendente: alimentos sin procesar o mínimamente procesados, los ingredientes culinarios, los alimentos procesados y por último, los que nos interesan y lamentablemente están de moda: los ultraprocesados.
Según las encuestas de salud pública, los mayores consumidores de este tipo de alimentos son los trabajadores y los jóvenes.
(*) https://www.worldobesity.org/training-and-events/events/international-congress-on-obesity-2024