El domingo la agencia de noticias Nueva China publicó extractos de su discurso ante el Comité Central en el que reconoce una situación tensa con Japón a causa de la nacionalización por Tokio hace dos años de tres islas Senkaku en el mar de China Oriental.
Desde hace tiempo las islas, bajo administración japonesa, son objeto de una disputa entre ambos países. China reclama su soberanía bajo el nombre de Diaoyu.
En el mar China meridional Pekín también se opone a varios países vecinos en el archipiélago de las Spratleys. Xi Jinping ha dicho que se país iba administrar correctamente sus disputas territoriales y marítimas sobre este arrecife, del que no mencionó el nombre.
La región experimenta una creciente escalada militar. Como McArthur en la Segunda Guerra Mundial, Obama ha dicho que vuelve al Pacífico, donde acaba de firmar varios acuerdos militares con sus aliados, ha llevado a cabo mniobras conjuntas con Tailandia y Corea del sur y ha ratificado su compromiso con el Kopassus, las tropas especiales indonesias, responsables de la masacre de Timor.
La militarización de la región se reforzó cuando varios países, como Tailandia, Malasia, Indonesia y Singapur, se dotaron de buques y submarinos, mientras Vietnam pidió a la India qui patrullara cerca de las aguas territoriales vietnamitas.
El enfrentamiento más grave estalló entre Filipinas y China en el arrecife Scarborough (Isla Huangyan para los chinos). Ambos países tuvieron que retirar las patrullas armadas y barcos de pesca que compiten en las aguas circundantes, aunque Filipinas dijo que los barcos chinos dejaron la entrada a la laguna acordonada para evitar la incursión de otros pescadores.
China está trabajando pacientemente con la ASEAN para aprobar un código de conducta regional para atenuar el riesgo de conflicto, pero insiste en que las disputas territoriales son un asunto bilateral. No quiere que sus vecinos unifiquen posiciones.
Por el contrario, con el respaldo de Estados Unidos, la ASEAN defiende un enfoque multilateral de los conflictos, lo que puede conducir a este organismo regional a la parálisis, por primera vez en su historia y, en consecuencia, a una escalada militar en el Mar de China Meridional. Hay que recordar la pregunta retórica enunciada por el antiguo Primer Ministro y ministro de Asuntos Exteriores australiano Kevin Rudd en febrero del año pasado: el Mar de China Meridional, ¿es como los Balcanes hace 100 años?, ¿el deteonante de una próxima guerra mundial?