Es la máxima chapuza de una pandemia a la que no quieren poner fin. El miercoles la política de “covid cero” condujo a imponer un nuevo confinamiento a más de 114 millones de chinos.
Vuelven las tonteorías sobre el “repunte”, la “incidencia acumulada”, los “brotes”, las “variantes” y demás delirios, incluso a Shanghai, que hace un mes salió de un largo y penoso confinamiento.
Al menos 114 millones de chinos están sometidos a diversas restricciones de viaje, incluido el confinamiento. La cifra hay que compararla con los 66 millones de hace una semana.
El Ayuntamiento de Shanghai dice que han aparecido 24 nuevos casos, en una población de 24 millones de personas. No hay palabras para calificar tamaña imbecilidad política y sanitaria.
Para identificar los contagios, la mayoría de los distritos han puesto en marcha más “pruebas” de detección, por lo que aparecerán más “casos positivos”.
“La gente ya no tiene miedo al covid, sino a ser encerrada en su casa”, dice un vecino.
Otro ha decidido confinarse por miedo a que su pasaporte sanitario se ponga en color rojo. “Realmente no quiero hacerlo, es inútil”, dice.
Cinco semanas después del levantamiento de un duro confinamiento, Shanghai ha cerrado los salones de karaoke y algunos vecinos temen que vuelvan las restricciones más duras. También han cerrado los restaurantes, bares e iglesias.
La población vuelve a recibir raciones de comida en sus casas, según mensajes ampliamente compartidos en las redes sociales.
En Pekín se refuerzan las medidas represivas. A partir del 11 de julio, las bibliotecas, los museos y los cines sólo serán accesibles para las personas vacunadas.
Xian también está imponiendo “medidas de control” tras un “brote” de una nueva “variante” a la que han puesto un nombre cabalístico y de la que los “expertos” dicen que es más contagiosa que las anteriores. Seguimos, pues, con más de lo mismo.
Al confinar a las personas al encierro, la economía se paraliza, trayendo presión he inflación a USA principalmente, está es la forma en que China contribuye a la Guerra fría.