Alemania acaba de registrar su primer déficit comercial mensual en tres décadas. Durante esos años la competitividad de la industria alemana se vio impulsada por la importación de energía rusa barata, mientras que el mayor país de Europa también se convirtió en un mercado de exportación clave para la tecnología y los productos manufacturados alemanes.
En siglos anteriores, un tema clave de la política europea era que el poder productivo de Alemania y los inmensos recursos de Rusia podían crear el principal polo de poder en el continente europeo. El director general de Stratfor en el Consejo de Asuntos Exteriores de Chicago, George Friedman, lo ha resumido de una manera muy clara: “El interés primordial de Estados Unidos, por el que hemos librado guerras durante siglos -la Primera, la Segunda y la Guerra Fría- ha sido la relación entre Alemania y Rusia, porque unidas son la única fuerza que podría amenazarnos. Y tenemos que asegurarnos de que eso no ocurra”.
La actual guerra por delegación entre la OTAN y Rusia en Ucrania, en la que Alemania se ha unido incondicionalmente al bando atlantista, está costándole muy caro, y algunos economistas hablan ya de suicidio económico o autodestrucción. Alemania, que cerró el gasoducto ruso Nord Stream 2 en febrero debido a las sanciones económicas impuestas a Rusia, está pagando un precio desorbitado y se arriesga a hundir su economía en un momento en que el rublo ruso nunca ha estado tan fuerte.
La dirigente de la Confederación alemana de sindicatos, Yasmin Fahimi, ha advertido que la industria alemana en su conjunto puede colapsar debido al corte de gas ruso (*).
Canadá se ve obligado a acudir en ayuda de Alemania levantando temporalmente algunas de sus sanciones contra Rusia. Enviará a Alemania una turbina rusa reparada que necesita para el gasoducto Nord Stream 1, a pesar de las objeciones de Ucrania, ya que el régimen de sanciones choca con la crisis energética provocada por la guerra.
El ministro canadiense de Recursos Naturales, Jonathan Wilkinson, afirmó el sábado en un comunicado que el gobierno estaba permitiendo la devolución de las turbinas de sus sanciones contra Rusia, con el fin de apoyar “la capacidad de Europa para acceder a una energía fiable y asequible a medida que continúa su transición lejos del petróleo y el gas rusos”.
Alemania es sólo un ejemplo de una economía que se ha saboteado a sí misma en apoyo a la guerra indirecta de Estados Unidos contra Rusia. Muchos países europeos, en mayor o menor medida, también están siendo perjudicados económicamente.
El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, ha afirmado esta mañana que Europa debe prepararse para “un corte [total] del gas ruso”, calificándolo de escenario “más probable” en estos momentos.
Los miembros de la Unión Europea dependían del suministro de un gas ruso muy barato, lo que no ocurrirá en el futuro con el gas licuado importado de Qatar o de Estados Unidos, que agravará el déficit comercial.
(*) https://www.businessinsider.com/germany-faces-entire-industries-collapse-russia-natural-gas-supply-cuts-2022-7