Esta mañana el gobierno de Bashar Al Asad se ha desplomado tras una fulgurante ofensiva de los yihadistas contra Damasco. El gobierno sirio desconoce el paradero de Bashar Al Asad. El último contacto con él se produjo ayer. Algunas fuentes aeguran que el presidente abandonó el país por el aeropuerto internacional de la capital.
Según la agencia Reuters podría haber muerto en un “accidente aéreo”. Su avión fue el último en despegar del aeropuerto. Era un Ilyushin 76, con el número de vuelo 9218 de Syria Air, .
La trayectoria de la aeronave fue extraña. Primero se desplazó hacia el este, luego cambió de rumbo hacia el norte y finalmente la señal desapareció del radar cuando volaba a la altura de Homs.
Los grupos terroristas han tomado el control del palacio presidencial y de las instituciones públicas e intentan organizar la transición política a través de un Consejo de gobierno que garantice la “reconciliación nacional”.
Pocas horas después de la caída de Damasco, los tanques israelíes entraron en la zona desmilitarizada de los Altos del Golán con el fin de apoderarse definitivamente de la región.
La mayoría de los ministros permanecen en Damasco para garantizarán la continuidad de las funciones públicas.
En declaraciones al canal Al Arabiya, el primer ministro Mohamed Al Jalali se declaró dispuesto a colaborar con cualquier nuevo gobierno elegido por el pueblo sirio, permaneciendo en su cargo para facilitar el traspaso de poderes.
El nuevo gobierno ha anunciado la liberación de los detenidos de la prisión de Sednaya.
Los diplomáticos iraníes destinados en Damasco abandonaron su embajada antes del asalto perpetrado por los yihadistas contra la sede diplomática.
A través de su comandante Mazloum Abdi, los kurdos han saludado un momento que califican de “histórico” y han pedido la construcción de una “nueva Siria basada en la democracia y la justicia”.
Ayer aviones de combate Warthog estadounidenses atacaron y redujeron gravemente los refuerzos que se dirigían a Siria desde Irak. Los constantes ataques aéreos israelíes contra la infraestructura militar siria durante meses han sido un factor importante en la desmoralización y reducción de la potencia de fuego del ejército sirio.
Por lo tanto, Estados Unidos no ha vacilado en ayudar a llegar al poder a Hayat Tahrir Al Sham, una organización incluida en su listado de grupos terroristas internacionales, así como en el de lal ONU.
No obstante, el rápido colapso del gobierno sirio plantea interrogantes sobre el papel de Rusia en el mismo. Hace una década la intervención militar de Moscú en 2015 permitió al gobierno sirio mantener su autoridad, mientras enfrentaba un avance significativo de los rebeldes. Los ataques aéreos y el apoyo logístico rusos habían ayudado a recuperar territorios clave.
Sin embargo, ante la ofensiva relámpago de los yihadistas sobre Damasco, la ausencia de una intervención rusa notable sugiere un cambio en la posición de Moscú hacia su aliado histórico, quizá porque no se puede sostener a quien no es capaz de sostenerse a sí mismo.
Ayer por la noche cinco países árabes Turquía, Rusia e Irán aprobaron una declaración conjunta publicada en el sitio web oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar (*) en la que exigían una solución “política”.
Por la mañana Lavrov había dicho en el Foro de Doha que era inaceptable permitir que los terroristas se apoderaran de Siria y que Rusia consideraba inadmisible utilizar a terroristas, como los de Hayat Tahrir Al Sham, para lograr objetivos políticos.
La Guerra de Siria ha provocado el desplazamiento de la mitad de la población siria y el exilio de una cuarta parte de sus habitantes.
El Eje de la Resistencia pierde un puntal
Se ha cerrado un largo capítulo en la historia de Siria y Oriente Medio, el fin de una época de más de medio siglo, de régimen baasista en Damasco, encabezado por la familia Al Assad.
El padre de Bashar Al Assad, Hafez, general del ejército sirio, pertenecía a dicho partido y llegó al poder tras un golpe de estado en 1970. Procedía de la minoría alauita, una rama del islam.
El partido Baaz estaba al mando de Siria desde 1963. Lo crearon en 1947 dos nacionalistas sirios formados en París. Es un movimiento panárabe, socialista, nacionalista y laico, que pedía la unidad entre los pueblos árabes, independientemente de su religión.
El Baaz también estuvo en el poder en Irak hasta la caída de Saddam Hussein en 2003. A pesar de sus orígenes políticos comunes, los gobiernos sirio e irakí eran adversarios. La dictadura de la familia Assad contó con el apoyo de Irán y Rusia.
(*) https://mofa.gov.qa/en/latest-articles/statements/joint-statement-by-foreign-ministers-of-arab-countries-and-the-astana-process-on-the-situation-in-syria
Recordemos lo que pasó con Libia una vez depuesto Gadafi las diferentes facciones que lo derrocaron se enfrentaron y Libia se convirtió en un estado fallido y en Siria puede suceder lo mismo y sino al tiempo
Por otro lado Rusia tenía un contingente limitado de fuerzas en Siria y no está dispuesta a aumentar este contingente con lo cual si no hay otros contingentes de otros países como Iran que están en disposición en mantener Al Asad en el poder, se retirará de Siria para concentrarse en su guerra de Ucrania.