El antiguo Primer Ministro británico, el laborista Toni Blair, dirige un equipo de trabajo para ejecutar la limpieza étnica en Gaza y buscar países de realojo a los palestinos.
Blair visitó Israel la semana pasada para reunirse con el Primer Ministro Netanyahu y el ministro del Gabinete de Guerra Benny Gantz, según un reportaje del pdriódico Jerusalem Post.
El ministro israelí de la Policía, Itamar Ben-Gvir, asegura que Netanyahu discutió con Blair el papel de “mediador” que desempeñará en la nueva Nakba, en referencia a la limpieza étnica que dio lugar al nacimiento del Estado de Israel en 1948, durante la cual los palestinos fueron expulsados de sus tierras tras una serie de masacres perpetradas por los colonos y las tropas sionistas.
Ben-Gvir apoya que Blair dirija un equipo de trabajo que aliente la emigración de los palestinos de Gaza a otros países del mundo.
Por su parte, el periódico Jerusalem Post destaca que a lo largo de su mandato Primer Ministro, Blair se prestó para servir de “enlace para comunicar las necesidades de seguridad de Israel al mundo occidental”.
El Jerusalem Post hizo sus afirmaciones citando a N12, otro medio de comunicación israelí, que informa que Blair está designado para ejercer de “mediador” en la Franja de Gaza de la posguerra.
Según N12, Blair se encargaría de tantear si los países occidentales estarían dispuestos a acoger a los refugiados palestinos. Si hace dos años acogieron a millones de ucranianos, pueden hacer lo mismo ahora.
No es la primera vez que el nombre de Blair sale a la luz desde el inicio de la Guerra de Gaza. A principios de noviembre, el Times of Israel publicó una información parecida. La cadena Ynet informó que Netanyahu tenía la intención de nombrar a Blair como “coordinador humanitario” en Gaza.
Netanyahu quiere aprovechar la experiencia de Blair como antiguo enviado del Cuarteto de Madrid, creado en 2002 por Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU para negociar algo parecido: el final de la ocupación de Gaza por parte de las tropas israelíes.
Blair se postuló para el cargo el mismo día en que dejó de ser Primer Ministro de Reino Unido y miembro del Parlamento Británico.
El sello que ha distinguido al Cuarteto desde su creación es fácil de resumir en única palabra: fracaso. Es normal. Ocurrirá siempre que se nombre a un criminal de guerra, como Blair, para solucionar cuestiones “humanitarias”.