Las previsiones de un invierno crudo intensifican la competencia por el gas licuado de origen estadounidense entre Europa y Asia. Europa parece tener una cierta ventaja, ya que atrae la mayoría de los cargamentos, a pesar de que hay suficiente oferta en ambos continentes para hacer frente a los aumentos graduales de la demanda… de momento.
La competencia por volúmenes adicionales en los mercados internacionales será crucial este invierno y los precios reflejan esa competencia ya que hay diferencias notables entre los de Asia y Europa, cuyo curso habrá que seguir a medida que bajen las temperaturas y la demanda de calefacción.
Hasta ahora el diferencial de precios ha dirigido volúmenes adicionales de gas de Estados Unidos hacia Asia. Sin embargo, ahora las condiciones han cambiado en favor de Europa a causa de las limitaciones logísticas y los costos adicionales derivados de los retrasos en la travesía del Canal de Panamá.
Previendo un rápido descenso de las temperaturas, la Unión Europea se ha preparado para hacer frente a una demanda creciente de calefacción. Aunque las reservas de gas son suficientes en este momento, una ola de frío prolongada podría agotar rápidamente los depósitos. Entonces Bruselas tendrá que ofrecer precios más altos para tener más gas. Las importaciones europeas ya han aumentado, superando los elevados niveles de meses anteriores.
Por el contrario, los signos de aumento de la demanda de calefacción no son tan fuertes en Asia. Sin embargo, la situación podría cambiar rápidamente si en China la economía acelera su marcha o si los termómetros siguen bajando.
Actualmente Mongolia, Corea, Vietnam y China están sacudidas por una de frío brutal que podría prolongarse a lo largo del invierno. Las temperaturas han caído entre 6 y 16 grados. Desde comienzos de este mes varias provincias chinas, como Jilin y Liaoning, están en estado de alerta por fuertes nevadas y las escuelas han pasado a la enseñanza a distancia.
En Seúl, el Instituto Meterológico coreano ha emitido otra alerta para la capital por frío intenso y nevadas, a pesar de que oficialmente la estación invernal aún no ha llegado.
En septiembre el precio del gas al contado era de unos 35 euros/MWh, mientras que los mercados de futuros estaban por encima de los 50 euros/MWh. La diferencia conduce a la especulación: los monopolios descargan el gas en los barcos metaneros, que utilizan como depósitos a la espera de que suba el precio.
En España la factura eléctrica que pagan los trabajadores dependerá de lo que haga el futuro gobierno de coalición. La vigencia del recorte de impuestos termina este año. Si no se renueva, provocará una importante reducción de los salarios reales.