La situación afecta a todos los sectores de la economía. Moody’s afirma que los ingresos de los bancos se verán muy reducidos y aumentarán las provisiones por préstamos morosos.
Sin embargo, considera que ello tendrá un impacto en los resultados y no en el capital, que se mantendrá “intacto” tras mejorar sustancialmente desde la crisis financiera de 2007-2008.
La rentabilidad de los bancos de inversión de Estados Unidos es más sensible a la situación que la de sus competidores europeos, aunque parten de una posición más fuerte.
Las pérdidas de ingresos serán más pronunciadas en las actividades de los mercados de capitales, así como en la gestión de activos y patrimonios, más propios de la banca de inversión que de la banca minorista.
Eso se traducirá en importantes caídas de ingresos para entidades como Credit Suisse, Goldman Sachs, Morgan Stanley y UBS.
Los tipos de interés bajos que han imperado en Europa en los últimos años llegarán a Estados Unidos y afectarán a los bancos estadounidenses.
Los bancos más diversificados como BNP Paribas, HSBC y Société Générale, sin embargo, cree que están mejor preparados para resistir el aumento de la morosidad y la caída del negocio por la recesión y el rápido aumento del paro.
Citibank sería a ojos de Moody’s el banco más afectado. Las pérdidas de su cartera de crédito absorberían casi la totalidad del beneficio antes de impuestos del grupo el año pasado.
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