No sólo Zelensky ha hablado ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Los dirigentes africanos también lo han hecho, aunque naturalmente sus palabras no han interesado tanto a los medios occidentales como las del presidente ucraniano. Ucrania vale mucho más que todo un continente.
Por ejemplo, el centroafricano, Faustin Archange Touadera, acusó a las grandes potencias occidentales de ser responsables de la crisis migratoria que enfrenta el mundo. Para él, esta situación es el resultado del robo de recursos pertenecientes a países empobrecidos por “la esclavitud, la colonización y el imperialismo occidental, el terrorismo y los conflictos armados internos”.
Touadera cree que estos diferentes fenómenos se manifiestan a menudo “en un contexto de objetivos hegemónicos y de tensiones geopolíticas y geoestratégicas entre las grandes potencias mundiales”. Los jóvenes africanos “buscan desesperadamente llegar a los países del continente europeo en busca de El Dorado”.
Las palabras del presidente centroafricano llegan en un contexto donde varios dirigentes africanos destacaron por sus contundentes discursos en la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
Fue el presidente guineano el primero en aclarar el concepto de identidad africana, señalando que África es capaz de asumir la responsabilidad de sí misma y de tener su propia opinión. Dirigiéndose a la comunidad internacional, Mamadi Doumbouya recordó que África hoy está lejos de la imagen pasiva y dependiente que podríamos tener de ella. Indicó que África está despierta, dinámica y sus poblaciones, principalmente jóvenes, están decididas a hacerse cargo de su destino.
El Continente Negro no es ni proamericano, ni antichino, ni profrancés, dijo Doumbouya. Estas etiquetas son reduccionistas y no reflejan la compleja y matizada realidad del África contemporánea.
Togo con Kant: por la paz, contra la Cedeao
Togo también destacó por las palabras de su ministro de Asuntos Exteriores de Togo, Robert Dussey, ante la Asamblea General. Recordó que África ya no quiere injerencias externas, quiere seguir siendo ella misma y dueña de su destino. Para él, se acabó la época en la que otras entidades pretendían hablar en nombre de un África, a la que ni siquiera escuchan, ni en la ONU ni en ningún otro escenario internacional.
Dussey detalló la postura histórica y continua de su país hacia la paz. Destacó que desde su independencia en 1960, Togo se ha abstenido de cualquier agresión hacia sus vecinos y ha asumido en cambio el papel de mediador en varios conflictos africanos. Por ejemplo, Togo facilitó recientemente la liberación de 49 soldados marfileños, aliviando así las tensiones entre Costa de Marfil y Mali. Dussey citó la historia de su país como anfitrión de conversaciones de paz para varios países africanos en conflicto, lo que demuestra el compromiso de Togo con la resolución pacífica de disputas.
Pidió un cese de las hostilidades en todo el mundo, particularmente en África occidental, destacando el sufrimiento que la guerra ha causado en el continente africano. El ministro también citó a Kant para ilustrar las consecuencias negativas de la guerra y rechazó las injerencias externas, pidiendo soluciones africanas a los problemas africanos.
En el trasfondo de esta declaración están las recientes tensiones entre Níger, Francia y algunos países de África occidental, incluidos Benin y Nigeria, por nombrar sólo algunos. La junta militar de Níger acusa a Francia de planificar una intervención militar. La escalada de tensiones ha reposicionado a las tropas estadounidenses, que mantienen un enfoque aparentemente diplomático de la crisis.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Nigeria, Yusuf Tuggar, confesó que no descarta un ataque contra Níger, lo mismo que Benin. En respuesta, Níger habría desplegado soldados cerca de la frontera con Benin y rechaza cualquier ayuda humanitaria a través de camiones benineses.