Hoy hemos vivido en Madrid una jornada histórica.
Este domingo, 8 de mayo, y por séptimo año consecutivo, se convocaba la Marcha del Regimiento Inmortal, por la comunidad Rusa de Madrid y, esta vez, apoyada por diversas organizaciones políticas y movimientos sociales.
La Marcha, como todos los años, tenía como objetivo conmemorar el Día de la Victoria del Ejército Rojo contra el fascismo, concretada en la firma de la capitulación incondicional del ejército alemán ante la URSS, así como honrar la memoria de los héroes y de los 27 millones de muertes con las que el pueblo soviético pagó su gigantesca hazaña.
Este año era muy especial.
La propaganda de guerra y la denigración de todo lo ruso efectuadas por el Gobierno «progre» repetidas clonicamente por todos los grandes medios de comunicación , venían fabricando un ambiente enrarecido.
Todo ello era utilizado por el importante grupo de fascistas ucranianos, que siguiendo la senda de sus homólogos en Ucrania, venían acosando con todo tipo de amenazas a toda persona que defendiera y se considerara parte de la cultura rusa y de su lengua.
Todo ello se exacerbó los días previos a la Marcha que había sido comunicada a la Delegación del Gobierno, recibiendo respuesta positiva, pese a las presiones en contra de los fascistas que llegaron hasta la reina Leticia (sic).
Los nazis convocaron una concentración en el lugar de comienzo de la Marcha a la misma hora que fue prohibida.
El pánico que se generó y la rusofobia cuidadosamente fabricada por el poder, disuadieron a muchas personas de asistir. Aún así, cerca de 1000 personas, con la conciencia de estar llevando a la práctica los ideales y objetivos de quienes nos precedieron y dieron su vida en la lucha contra el fascismo, llenamos el Paseo del Prado, tensos y alegres y, sobre todo, con la sensación del deber cumplido.
No fuimos pocos los hombres y mujeres de Madrid, y venidos también de otras ciudades del Estado, los que hemos desfilado portando con orgullo el estandarte con la foto de los numerosos combatientes republicanos caídos en las filas de Ejército Rojo, mientras intentábamos acompañar las hermosísimas canciones de la Gran Guerra Patria.
Muchas cosas unen a nuestros pueblos. Hoy, otra vez, nos hermanan la lucha contra el fascismo y contra el imperialismo.