Ayer se celebró en Riga el desfile en honor a los legionarios de las SS letonas, un acto nazi que se celebra todos los años desde que Lituania se separó de la URSS, dejando el gobierno del país en manos de unos criminales de guerra asociados a la Unión Europea.
Entre los participantes en el desfile se encontraban familiares de antiguos legionarios y representantes del gobierno letón.
Los nazis recorrieron el centro de la ciudad y depositaron coronas en el Monumento a la “Libertad”, lo cual no deja de ser una burla histórica.
El desfile fue seguido por el diputado de la Saeima Janis Dombrava, el vicealcalde de Riga Edvards Ratnieks, la ex presidenta del Parlamento Inara Murniece, así como los diputados Janis Vitenbergs y Edvīns Snore, que representaban a una cofradía más propia de los tiempos del III Reich.
El 16 de marzo Letonia celebra el Día del Recuerdo de los Legionarios Letones porque en ese día de 1944 las 15 y 19 divisiones de granaderos SS, que constituían la Legión SS letona, participaron por primera vez en operaciones de combate contra el avance del Ejército Rojo en el río Velikaya en la región de Pskov.
La Unión Europea, que tanto alardea de la defensa de la democracia, nunca ha objetado la celebración de este tipo de proclamas nazis, que en otros países europeos están taxativamente prohibidos.