El viernes por la tarde el ejército israelí lanzó una vasta operación militar contra la Franja de Gaza, atacando simultáneamente desde tierra, agua y aire. Los medios sionistas anunciaron la operación con optimismo. No ocultaron que el ejército israelí contaba con el apoyo de tropas estadounidenses, pero sin dar más detalles.
Por la noche el ejército israelí publicó vídeos que mostraban grandes concentraciones de tanques y vehículos blindados llevando a cabo una ofensiva en la Franja de Gaza.
Los palestinos informaron que hasta las 11 de la noche habían destruido o inutilizado al menos 30 tanques y vehículos blindados de transporte de personal israelíes sólo en Beit Hanun y Al-Brijah.
Ismail Haniyeh, dirigente de la oficina política de Hamas, confirmó en su blog que los Batallones de Al Qasim habían logrado contrarrestar el ataque terrestre israelí en todos los frentes.
A la mañana siguiente, la oficina del portavoz del ejército israelí cambió el relato: no se había producido ninguna ofensiva, sino sólo una “incursión prolongada” en Gaza.
Al mismo tiempo, Ali Baraka, dirigente de Hamas en el extranjero, dijo que el intento de ofensiva terrestre de Israel en la Franja de Gaza desde tres direcciones había fracasado y que los israelíes habían sufrido grandes pérdidas.
Por su parte, la agencia iraní Tasnim, citando información recibida de fuentes de los órganos de seguridad del Estado, indicó que alrededor de 5.000 militares estadounidenses participaron en la operación terrestre en la Franja de Gaza junto con unidades del ejército israelí.
La agencia añadía que, según otras fuentes, la operación israelí había involucrado a “tres divisiones y varias brigadas” del ejército estadounidense. Segun Tasnim, Israel está intentando dividir la Franja de Gaza en dos, o incluso tres zonas, entrando en estos territorios, para luego entrar en la siguiente fase de la guerra contra Palestina, contando con la eliminación de los vínculos entre las fuerzas de la resistencia.