El 8 de julio el periodista israelí Yossi Melman reveló detalles de un crimen de guerra cometido por el ejército israelí durante la Guerra de los Seis Días de 1967, cuando Israel ocupó Cisjordania, la Franja de Gaza, los Altos del Golán sirios y la Península del Sinaí egipcia.
Corresponsal militar, Melman dice que el ejército de ocupación israelí quemó vivos al menos a 20 soldados egipcios y al día siguiente utilizó una excavadora para cavar una fosa común y enterrar los cuerpos.
La zona de la fosa común se anexionó al kibbutz israelí Nahshon, construido en los terrenos de un barrio palestino llamado Wadi El-Latroun, a 25 kilómetros al oeste de Jerusalén y 14 kilómetros al sureste de Ramala. Según el periódico israelí Haaretz, la historia fue “suprimida y los campos pasaron a formar parte del parque Mini Israel”.
“Después de 55 años de fuerte censura”, escribió Melman, “puedo revelar que al menos 20 soldados egipcios fueron quemados vivos y enterrados por las Fuerzas de Defensa de Israel en una fosa común, que no estaba marcada ni identificada, en contra de las leyes de la guerra, en Latrun. Esto ocurrió durante la Guerra de los Seis Días.
Mientras que Melman constató que al menos 20 soldados egipcios fueron quemados vivos en ese momento, otras fuentes, entre ellas Haaretz, cifran en 80 las víctimas enterradas sin identificar y sin localizar (1).
Melman afirmó que el crimen de guerra se cometió en tierra de nadie, pero Haaretz reveló que se trataba de un barrio palestino “cuyos habitantes habían huido o sido expulsados recientemente y cuyas casas habían sido arrasadas”. Se refiere a la Nakba, la limpieza étnica de los palestinos de 1948.
El comandante del ejército israelí de la época, Zeev Bloch, que ahora tiene 90 años, dijo a Melman y a otros medios de comunicación que, en el momento de la masacre de los soldados egipcios, vio a los soldados israelíes “saquear las pertenencias personales [de los soldados egipcios muertos] y dejar la fosa común sin señalización”.
Saquear los restos y dejar las tumbas sin marcar sin notificar al Comité Internacional de la Cruz Roja es una violación del Convenio de Ginebra.
El informe de Haaretz sugiere que el ejército de ocupación israelí utilizó bombas de fósforo prohibidas para iniciar el fuego que mató a los soldados egipcios, que se habían rendido o querían huir.
Es otra violación del Convenio de Ginebra, que prohíbe matar a los soldados que están fuera de combate debido a una lesión o a la rendición.
La escena de quemar vivos y matar a los prisioneros de guerra fue espeluznante, según el testigo ocular Bloch, “estábamos avergonzados”. La masacre fue una “decisión del ejército”.
En 1995 Arye Biro contó cómo había matado a sangre fría a 49 prisioneros de guerra egipcios en 1956, e incluso dijo a los periodistas que estaba dispuesto a volver a hacer lo mismo. “No creo que sea un criminal de guerra”, añadió.
Biro afirmó que estaba protegiendo a otros que habían compartido la decisión sobre la masacre de prisioneros de guerra.
Los historiadores israelíes han revelado que las acciones de Biro no fueron ni mucho menos aisladas. El israelí Michael Bar-Zohar afirma que los asesinatos de prisioneros de guerra se produjeron “en todas las guerras de Israel” y “fueron tratados con indulgencia” y silenciados por los dirigentes.
El historiador militar israelí Aryeh Yitzhaki asegura que las tropas israelíes cometieron varias masacres durante la guerra de 1967, cuando era jefe del ejército, en las que fueron fusilados unos 1.000 prisioneros egipcios.
Entonces el jefe del ejército israelí era Ishac Rabin, al que concedieron el Premio Nobel de la Paz.
Bar-Zohar también dijo “dos cocineros con cuchillos simplemente mataron a tres prisioneros. Esta escena no deja de perseguirme” (2).
Los días 9 y 10 de junio de 1967, unos 400 prisioneros egipcios y palestinos fueron masacrados en las dunas de El-Arish, dijo Yitzhaki, y añadió que hubo otros seis o siete incidentes en los que las tropas israelíes abrieron fuego contra prisioneros de guerra.
Yitzhaki entregó a sus superiores un informe sobre los crímenes, que se guardó en una caja fuerte en el cuartel general militar. “Toda la cúpula del ejército, incluidos el [entonces] ministro de Defensa Moshe Dayan y el jefe del Estado Mayor Rabin y los generales sabían de estas cosas. Nadie se molestó en denunciarlos”, concluyó Yitzhaki.
En 1995, tres meses antes de su ejecucion, el primer ministro Ishak Rabin dijo que ejército israelí, se había ganado su “gloria como un ejército humano cuyos soldados están dotados de valores morales especiales”.
(1) https://www.haaretz.com/israel-news/2022-07-08/ty-article-magazine/.highlight/revealed-80-egyptian-commandos-buried-under-israeli-tourist-attraction/00000181-d965-d95d-ab91-ff6f1b260000
(2) https://apnews.com/article/25ac46caafc811c70c9367f04ef136fb