378 manifestantes de los ‘chalecos amarillos’ siguen detenidos en París

El fiscal de París, Rémy Heitz, confirmó ayer que 378 personas permanecen detenidas por la policía, tras los violentos enfrentamientos que se registraron el pasado sábado durante la manifestación de los “chalecos amarillos”, un número extraordinario que ha obligado a repartirlos en comisarías de toda la región parisina.
El domingo por la mañana el Presidente Macron reunió de urgencia al gabinete para analizar la situación de “guerrilla urbana” por las calles de la capital.
El gobierno no descarta la imposición del estado de excepción, sugerencia del sindicato policial Alliance, pero la ministra de Justicia, Nicole Belloubet, aseguró que el tienen otras herramientas. Ayer la ministra se entrevistó con los jueces a fin de iniciar juicios y castigos ejemplares contra los detenidos.
“Entre los detenidos hay una cierta variedad de perfiles pero tenemos muchos hombres mayores, de entre 30 y 40 años llegados de provincias para participar en actos de violencia, aunque se reivindican del movimiento de los ‘chalecos amarillos’”, indicó el fiscal Heitz en rueda de prensa. Entre los detenidos hay también 33 menores y otros perfiles de “jóvenes de la región parisina, más bien motivados por la delincuencia”, dijo el fiscal para manipular al movimiento de protesta.
Según Heitz, la masa de detenidos les ha obligado a dispersarlos por comisarías de París y de la periferia y, “ante esta situación excepcional”, han triplicado el número de magistrados para tratar los casos.
Los detenidos comparecerán ante la justicia en procedimientos urgentes a partir de hoy en su mayoría por violencia contra la autoridad pública, degradación de la vía pública, reagrupación con objetivos violentos o por llevar armas como cuchillos y proyectiles, entre otros delitos.
El fiscal señaló que estas infracciones están penadas con prisión de 3 a 7 años aunque las sentencias se aplicarán de forma individualizada, caso por caso.
Según cifras oficiales, hubo 136.000 manifestantes, 133 heridos, 436 detenidos y 378 acusados. Uno de los manifestantes está en coma y un periodista de la cadena Russia Today fue herido de bala por disparos de la policía.
El fin de semana gobierno mantuvo acuartelados a 60.000 policías, que fueron incapaces de hacer frente al cúmulo de manifestaciones. Tampoco el número de bomberos fue suficiente para sofocar todos los incendios de bancos, grances almacenes y tiendas de lujo del centro de la capital francesa.
El sábado las calles de París acabaron completamente bloqueadas por las barricadas y los piquetes, desde primeras horas de la mañana hasta la madrugada del día siguiente.
Los manifestantes se mezclaron con una protesta paralela contra el paro y la precariedad.
En Nantes los “chalecos amarillos” invadieron las pistas de aterrizaje del aeropuerto, que tuvo que cerrar, por lo que todos los vuelos fueron cancelados.
En Puy-en-Velay los manifestantes asaltaron la prefectura, equivalente a una delegación del gobierno en España. En Villefranche-sur-Saône bloquearon el peaje de la autopista para que los automovilistas pudieran circular gratis.
A pesar de la represión, el movimiento insta a convocar nuevas manifestaciones para este fin de semana.

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