Desde hace unos años Estados Unidos utiliza a sus sicarios y mercenarios para llevar a cabo las agresiones e invasiones para abaratar los costos (y no sólo presupuestariamente). Si la guerra económica contra Irán es el preludio de un ataque militar, los sicarios deben estar preparados de antemano.
En el caso de Irán los sicarios están preparados para cumplir con el papel de actores de reparto que en Washington les han escrito. Son varios, pero ahora nos interesa resaltar a dos de ellos, Albania y la organización terrorista iraní MEK (Mojahedin-e Khalq, Consejo Nacional de la Resistencia de Irán), más conocida como los muyaidines, a la que le corresponde desempeñar el papel que los yihadistas han desempeñado por otros lares, aunque también es posible que les corresponda jugar con la parte blanda, es decir, convertirse en la “oposición moderada” iraní. Al fin y al cabo los muyaidines no son islamistas sino algo muy diferente: un grupo más bien “izquierdista” o “progre” con cierto cartel entre los papanatas europeos del mismo calibre.
El 12 de julio el Secretario de Estado Mike Pompeo pidió a través de Twiter a los socios y aliados de Estados Unidos que se unieran a la campaña de presión económica contra Irán: “Debemos interrumpir el flujo de fondos que el régimen [iraní] utiliza para financiar el terrorismo y las guerras indirectas. No se sabe cuándo Irán intentará fomentar el terrorismo, la violencia y la inestabilidad en uno de nuestros próximos países”.
Para ilustrar la participación de Irán en el terrorismo, Pompeo colocó un enlace a la Oficina de Lucha contra el Terrorismo de Estados Unidos para mostrar que Albania había detenido a dos iraníes acusados de terrorismo el 22 de marzo. Esta noticia apareció por primera vez en las páginas del sitio web de un. Esta noticia fue reproducida después en varios sitios de noticias pagadas por los muyaidines, e incluso en el Wall Street Journal y Fox News.
Sin embargo, los periodistas que han seguido la noticia saben que los dos “terroristas” iraníes detenidos en Albania eran colegas, es decir, periodistas invitados por la Comunidad Bektashi de Albania a celebrar el festival chií de Novruz en Tirana y a participar en una conferencia sobre el imán Alí. Sus visados fueron expedidos por el consulado albanés en Estambul y, por lo tanto, por la policía albanesa, que los convalidó.
Los cazadores de bulos y “fakes” tienen aquí un filón. Pero lo interesante de este bulo es que muestra con claridad el elemento clave de la guerra sicológica: no basta con que aparecan siempre los mismos medios, como el Wall Street Journal, sino que es necesario el Estado (Mike Pompeo) y sus sicarios (muyaidines).
El detonante de la actuacion policial fue una denuncia falsa de los muyainines residentes en Albania, para quienes cualquier diplomático o periodista iraní es un terrorista.
La policía albanesa interrogó a los periodistas, los dejó en libertad y se disculpó por las molestias, aunque la detención provocó un enfrentamiento entre la comunidad Bektashi y el gobierno albanés.
A pesar de ello, el bulo sigue circulando porque sirve a los intereses del imperialismo para la campaña de guerra sicológica contra Irán porque, en efecto, las noticias falsas nunca vienen solas y su origen está (casi) siempre en los muyaidines, convertidos en los perritos falderos de Estados Unidos en todo lo que concierne a Irán.
Entre otras, los muyaidines aseguran que el ministro albanés de la diáspora, Pandeli Majko, ha sido amenazado por agentes iraníes y que Irán está enviando agentes para atacar a los muyaidines, una colonia bastante asentada en Albania, con unos 3.000 refugiados llevados allá por Estados Unidos en 2016, de los que unos 400 ya han desertado. Los demás se agrupan en el campo de Ashraf 3, en el pueblo albanés de Manza, donde cuentan con la protección del gobierno albanés, además de la de Estados Unidos.
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