La Organización Mundial de la Salud está podrida hasta la médula

Por cierto, ya que hablamos de la corrupción de los organismos internacionales, recordemos también que desde el 18 de mayo la Organización Mundial de la Salud ha estado celebrando en Ginebra, Suiza, su 68 sesión anual, en la que volvió a aparcar del orden del día un espinoso asunto que siempre ha marcado su actuación, y ahora más que nunca, y que, en su propia terminología, se titula así: la colaboración de la Organización Mundial de la Salud con industrias, sociedades filantrópicas y organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro.

Sin analizar esa podredumbre no se entienden los motivos por los cuales periódicamente el mundo padece terribles pandemias, como el Ébola o las distintas gripes, capaces de arrasar con la población mundial. Aunque la corrupción impera en todos los organismos internacionales, por su propia naturaleza, en la Organización Mundial de la Salud, es escandalosa.

La Organización Mundial de la Salud se dedica periódicamente a sembrar la paranoia con falsas pandemias a fin de mantener aterrorizado al mundo entero y vender medicinas (“vacunas”) masivamente que llenen los bolsillos de las grandes multinacionales farmacéuticas. Todo esto se lleva a cabo en nombre de:

1. La salud y el bienestar de la humanidad, especialmente del Tercer Mundo
2. Por motivos altruistas, filantrópicos, de fundaciones, de beneficencia y de las ONG
3. De la ciencia y de la medicina

La medicina no tiene nada que ver con la ciencia, ni con la salud de las personas. Se trata de un sector económico que, como cualquier otro, se rige por los principios del beneficio máximo. Su objetivo es vender los remedios que fabrican y venden grandes monopolios internacionales, la industria farmacéutica, que necesita enfermedades y enfermos, especialmente grandes plagas internacionales, como el Ébola, para poder vender mercancías.

Es el negocio más rentable que se ha inventado. Sin embargo, un análisis superficial de esta industria pondría de manifiesto precisamente todo lo contrario: la proliferación de instituciones benéficas, de fundaciones y de ONG “sin ánimo de lucro”. Uno de los mayores empeños de este tipo de mercaderes encubiertos es abrir nuevos y mayores mercados para las grandes multinacionales farmacéuticas. La presentación ideológica de esta campaña de ventas es el acceso de las gigantescas masas de habitantes del Tercer Mundo a unas medicinas cuyos precios no pueden pagar.

Hay todo un discurso llorón e hipócrita en torno a ese mercadeo repugnante: una de las grandes lacras del Tercer Mundo es la pobreza, como los pobres no pueden pagar la atención médica, son presa fácil de enfermedades; el remedio es que los ricos paguemos los fármacos que los pobres no se pueden permitir. Esta campaña publicitaria, que es en sí misma un negocio, no sólo pretende ampliar el mercado de las multinacionales farmacéuticas, sino además:

1. Convertir a la población del Tercer Mundo en cobayas para experimentar los efectos de ciertos fármacos que luego se venderán en las grandes metrópolis (a aquellos que puedan pagarlas)

2. Esterilizar de manera encubierta a las mujeres, especialmente a las pertenecientes a minorías étnicas, con supuestas “vacunas” dirigidas aparentemente a curar enfermedades

3. Eliminación de la atención local y la creación de grupos de presión y Estados paralelos en torno a los hospitales, los médicos, las medicinas, las ONG y la beneficencia

La Organización Mundial de la Salud es el mejor ejemplo de la absoluta subordinación de la medicina moderna a los intereses de las multinacionales farmacéuticas, hasta el punto de que un 80 por ciento de su presupuesto lo cubren ellas, bien directamente, bien a través de fundaciones repugnantes como la de Bill Gates, o de ONG que son más de lo mismo: el brazo encubierto de las multinacionales.

Bastará un ejemplo reciente para ilustrarlo. A pesar de que es harto conocido que los azúcares contenidos en las bebidas industriales son una de la causas más importantes de que el índice de diabetes y otras enfermedades se haya disparado, las presiones de la patronal que las fabrica, la Alianza Internacional de Alimentos y Bebidas, ha impedido una regulación del tipo de azúcares que deben contener o del porcentaje admisible.

Pero si el azúcar de los refrescos industriales es un problema de salud pública, las bebidas sin azúcar son aún peores ya que lo sustituyen aspartamo, un edulcorante artificial conocido en Europa como E-951, que es un neurotóxico.

No hay ninguna razón para que, lo mismo que los paquetes de cigarrillos, las bebidas lleven también en sus etiquetas bien visible una consigna como: este refresco perjudica seriamente su salud. La única diferencia es que unas multinacionales han fracasado en su campaña de ventas y las otras marchan viento en popa.

Si eso ocurre con las bebidas que se comercializan en el mundo entero, lo de los fármacos, analgésicos, vitaminas, vacunas y demás es aún peor.

comentario

  1. Me parece penoso eso de ''Esterilizar de manera encubierta a las mujeres, especialmente a las pertenecientes a minorías étnicas, con supuestas “vacunas” dirigidas aparentemente a curar enfermedades''. Las vacunas salvan y han salvado millones de vidas.
    ¿Qué significa esterilizar? Veamos: 2. tr. Med. Destruir los gérmenes patógenos. ¿Seguro que conoces el mecanismo de acción de las vacunas?
    ''La medicina no tiene nada que ver con la ciencia, ni con la salud de las personas. Se trata de un sector económico que, como cualquier otro, se rige por los principios del beneficio máximo. '' La medicina es la medicina, con capitalismo o sin él. El hecho de estar bajo este sistema capitalista, el organismo farmacéutico (que también nombras más adelante) es una empresa, es privada; y de ahí que exijan unos beneficios, pero de esto último a querer matar a la gente va mucho.
    ¿Entonces en Cuba la medicina es ciencia o no es ciencia?

    ''Pero si el azúcar de los refrescos industriales es un problema de salud pública'' Todos sabemos que no se debe de abusar de estar bebidas azucaradas y carbonatadas, no es adecuado en una dieta equilibrada.
    ''lo sustituyen aspartamo, un edulcorante artificial conocido en Europa como E-951, que es un neurotóxico'' Ese numerito de E-9XX indica simplemente que es un edulcorante reconocido por la UE y que sigue unos controles para su distribución. ¿Neurotóxico? ¿De que estudios sacas esa conclusión?

    "Si eso ocurre con las bebidas que se comercializan en el mundo entero, lo de los fármacos, analgésicos, vitaminas, vacunas y demás es aún peor." Nadie te obliga a tomar bebidas azucaradas, es más sano el agua; ¿fármacos? probablemente un día que estés enfermo, necesites de alguno para frenar una infección; ¿analgésicos? Hay maneras no farmacológicas de aliviar el dolor, eso es a tu gusto. Pero si llegas a tener un dolor crónico ya me cuentas. ¿Vitaminas? Las ingieres en la dieta y son muy necesarias. ¿Vacunas? Claro, ¿de dónde lo extraíste de detenganlavacuna.com?

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