Al conocer los planes del Bundebank, la Reserva Federal de Estados Unidos puso todo tipo de excusas para oponerse al traslado. La agencia de noticias Russia Tuday publicó que a los alemanes les negaron hasta el permiso para visitar los sótanos de Fort Knox, donde debería estar depositado el oro.
Estados Unidos también prohibió que Alemania auditara las reservas de oro almacenadas. Sin muchos rodeos, lo que Russia Today quería decir es que Estados Unidos se había quedado con el oro alemán: “En general, las instituciones financieras de EE.UU. son conocidas por vender lo que realmente no existe”, escribió Russia Today en su web.
Alemania sólo consiguió recuperar 37 toneladas de las más de 1.200 que tenía guardadas en Fort Knox, hasta que, sin dar muchas explicaciones, en julio de este año renunció a repatriar la montaña de lingotes que debería tener depositados allá, del orden de 70.000 millones de dólares.
Tras publicarse la renuncia de Alemania a recuperar su oro, el antiguo subsecretario del Tesoro del gobierno de Reagan, Paul Craig Roberts, señaló sin tapujos que Estados Unidos no tiene ni un lingote de oro. Para Craig Roberts, esto significa que toda la reserva de oro de Estados Unidos, incluida la de otros países, se ha esfumado. Se han gastado su pasta y la de los demás.
«Estados Unidos no tiene el oro y no puede suministrarlo, por eso ha obligado a Alemania a resignarse y dejar de reclamar su oro, ya que no puede entregárselo. [Estados Unidos] ha ordenado a su estado títere [Alemania] que se calle y emita una declaración diferente», dijo sin rodeos Craig Roberts.
A partir de la desaparición del oro, las especulaciones se disparan. Hay quien dice que Estados Unidos sí tiene el oro, pero que no quiere desprenderse de él para imponer un nuevo sistema monetario, lo mismo que en 1945. Otros dicen que no lo tiene porque ha tenido que vendérselo a Rusia y China.
Por su parte la prensa rusa (1) dice que China y Rusia van a pedir a Estados Unidos que muestre públicamente si les queda algún lingote de oro en los sótanos de Fort Knox. De lo contrario, ambos países anunciarían al mundo el desfalco.
Teóricamente, si los lingotes estuvieran en su sitio, Alemania tendría las segundas mayores reservas de oro del mundo después de Estados Unidos. Ascenderían a 3.386,4 toneladas, superando con creces las 2.452 del tercero, Italia.
La prensa alemana está con la mosca detrás de la oreja porque no sólo les ha ocurrido a su país. Ya ha habido precedentes. Todos los que han reclamado su oro a Estados Unidos se han quedado con las manos vacías.
Por eso en 2011 Venezuela repatrió las 211 toneladas de oro que tenía guardadas fuera del país. Por eso mañana en Suiza se celebrará un referéndum: para repatriar el oro suizo que está en Inglaterra y Canadá, casi una tercera parte de las reservas del país.
Hasta ahora el mercado de oro lo han manejado Estados Unidos y Gran Bretaña a través de cinco grandes bancos. Pero ahora Wall Street se prepara para un cambio a gran escala porque China ha entrado en escena. Sus reservas de oro se han multiplicado por cinco. China tiene una las mayores reservas mundiales de oro del mundo, lo cual es algo a tener en cuenta sobre todo si -como parece- el oro de Estados Unidos se ha esfumado.
Pero ahí no acaba la cosa. El Banco Industrial y Comercial de China ha comprado una división sudafricana del Standard Bank para hacerse con una parte del control del mercado de oro de Londres, en donde los precios suben imparablemente: ya nadie quiere dólares ni euros y el oro vuelve a ser el refugio último -y único- del dinero mundial, como escribió Marx hace 150 años, sobre todo en tiempos de crisis galopante.
Otro factor a tener en cuenta es que, como dice el analista ruso Tsaturian Sarkis, en Estados Unidos se han puesto muy nerviosos porque en diez años los chinos van a desahacerse de los dólares que atesoran (2).
Además, Rusia le sigue los pasos a China. También está comprando oro y este año ha subido a la quinta plaza en cuantía de reservas mundiales, suponiendo que el oro de Fort Knox no haya desaparecido.
Al incrementar la proporción de oro en el volumen total de sus reservas, Rusia y China reducen en la misma medida la proporción de dólares estadounidenses y de euros europeos, en los que han perdido la confianza o, como titulaban los medios rusos hace poco: «Rusia se prepara para la caída del dólar y el euro» (3).
Pero, a diferencia de Alemania y Suiza, Rusia y China tienen su oro a buen recaudo, como en los viejos tiempos: seguramente guardados en el colchón de la cama.
(2) Золотое восхождение Китая, 13 de octubre de 2014, http://www.iarex.ru/articles/51101.html
(3) http://es.rbth.com/noticias/2014/10/09/rusia_se_prepara_para_la_caida_del_dolar_y_el_euro_44193.html