Hace dos años publicamos aquí un artículo informando de que el hielo del Ártico había atrapado a un buque “ecologista” que intentaba filmar el deshielo. Ahora ha vuelto a ocurrir lo mismo: dos rompehielos rusos están en camino para rescatar a los barcos atrapados en el hielo en la Ruta Marítima Septentrional. Una veintena de barcos están varados o tienen dificultades para navegar debido a que las aguas del Mar de Siberia Oriental se han congelado antes que en los últimos años.
Los rompehielos son el Yamal, de propulsión nuclear, y el Novorossiisk, de propulsión diesel. Los rusos también han enviado al buque de rescate Spasatel Zaborshchikov. Las duras condiciones del hielo marino han sorprendido a los 20 buques varados o luchando por atravesar las aguas heladas.
Entre ellos se encuentran el UHL Vision, que lleva unos días varado en aguas del norte de las Nuevas Islas Siberianas, y los graneleros Golden Suek, Golden Pearl, Nordic Quinngua y Nordic Nuluujaak, que se encuentran al este del mismo archipiélago. También se encuentran en la zona el petrolero Vladimir Rusanov, así como los cargueros Selenga y el buque finlandés Kumpula.
Mientras tanto, en el puerto de Pevek, hay seis barcos que probablemente también necesitarán ayuda para salir de la zona.
Rusia está construyendo en Zvezda un gigantesco buque nuclear de clase Lider y otros dos esperan su turno. Son 70.000 toneladas de potencia bruta, con energía nuclear. El empeño de Rusia en desarrollar la tecnología de los rompehielos y el número de buques que tiene en los astilleros para construir serían extraños si el Ártico se estuviera descongelando.
Desde hace décadas los científicos rusos conocen el Ártico mucho mejor que otros. El Servicio Federal de Hidrometeorología y Vigilancia Medioambiental es el principal instituto de investigación sobre el Ártico y el Antártico. Vigila el hielo las 24 horas al día por mar y por aire y publica cartas de hielo periódicamente.
Si se compara esas cartas un año con otro, se observa que la extensión del hielo ha crecido desde 2013. En el caso del “hielo antiguo”, el que tiene más de dos años, ha aumentado de forma espectacular, cuando se suponía que se estaba derritiendo.