La Policía sudafricana ha disparado hoy jueves por la tarde sobre miles de mineros que se estaban manifestando armados con palos y machetes y, al parecer, ha matado a varios y herido a muchos más, según diversas informaciones. Un reportero de la agencia de noticias sudafricana SAPA dijo haber contado 18 cadáveres en la mina de platino de Lonmin, lugar de las protestas situado a cien kilómetros de Johannesburgo. Fotografías e imagénes de televisión muestran a los policías con chalecos antibalas y rifles de asalto y, en el suelo, cuerpos ensangrentados de mineros.
Los disturbios comenzaron el pasado viernes día 10, cuando unos 3.000 mineros abandonaron sus puestos de trabajo en la mina para protestar por sus condiciones salariales. La empresa llamó a esta acción una huelga ilegal.
Los mineros que intentaron acudir a sus puestos el día siguiente fueron atacados, según dijeron fuentes de la empresa y del Sindicato Nacional de Mineros de Sudáfrica (National Union of Mineworkers, NUM, en inglés).
«Los trabajadores en huelga continúan armados y sin trabajar», había dicho en un comunicado enviado hoy antes de estos sucesos la empresa, Lonmin. «Esto es ilegal», añadía la empresa, que había amenazado con despedir a los mineros que no fueran a trabajar mañana viernes. Lonmin es la tercera mayor productora de platino del mundo.
La violencia de los enfrentamientos ha ido en aumento día tras día y ha involucrado a trabajadores afiliados a la NUM y a los de otro sindicato rival, la Asociación de Mineros y Trabajadores de la Construcción (Association of Mineworkers and Construction Union, AMCU, en inglés).
El pasado domingo, un grupo de manifestantes mató a dos guardas de seguridad tras haber prendido fuego a su coche. Un día después, el lunes, las fuerzas de seguridad no pudieron detener a otro grupo violento, que acabó matando a dos trabajadores y a dos policías. Éstos respondieron abriendo fuego sobre los manifestantes y matando a al menos tres de ellos, según informaron las autoridades y la propia Policía.
La situación pareció calmarse el martes pero ha vuelto a explotar con los enfrentamientos de hoy entre la policía y los mineros que permanecen en huelga.