El gobierno británico incluyó al colectivo solidario “Acción Palestina” en el listado de organizaciones terroristas prohibidas por la ley y, pocos días después, Estados Unidos eliminó de la suya a la sección siria de Al Qaeda.
Los terroristas entran y salen de los catálogos, igual que los tomates de la nevera. Es una reedición del capirote medieval que ponía la Inquisición a los herejes o a las brujas. Las etiquetas no solamente son tópicos para el consumo retórico de los medios de intoxicación, sino que en ocasiones, como ésta, adquieren un alcance jurídico. Te llaman hereje y acabas en la hoguera; te llaman terrorista y acabas en la cárcel.
En Reino Unido ascienden a 18 las personas encarcelados por intentar parar el genocidio en Gaza. Les han aplicado la ley antiterrorista, a pesar de que son quienes están luchando contra el terrorismo. Por lo tanto, los verdaderos terroristas son los policías, los fiscales, los jueces y los ministros del gobierno británico. Sólo los verdaderos Estados terroristas redactan listados de terroristas.
Por su propia naturaleza, los dogmas funcionan así. Nadie pregunta por los motivos de etiquetar a alguien como “terrorista”. Es algo mecánico. Las etiquetas se consolidan por el mero uso. A base de repeticiones en los medios de comunicación, se quedan pegadas al paladar y son tan reversibles como los calcetines.
Cuando alguien lograrse sacarse los dogmas de la cabeza, le resulta evidente que Al Qaeda es una organización terrorista, lo mismo que quienes la crearon, esto es, Estados Unidos, Israel y Reino Unido, entre otros países.
Por lo tanto, quienes se oponen a países sanguinarios como esos tres, están luchando contra el terrorismo y ni deberían ser llamados “terroristas”, ni deberían estar encarcelados.
A los pacifistas les llaman violentos aunque son ellos los que tienen el monopolio de la violencia y, por lo tanto, del terror. Quienes rocían con pintura los aviones de guerra británicos, como los miembros del colectivo “Acción Palestina”, no cometen ningún delito y deberían ser condecorados con una medalla al civismo internacional.
Hasta las expresiones de apoyo a “Acción Palestina” son ilegales, lo que está provocando detenciones en Reinio Unido. Roger Waters, miembro británico de Pink Floyd, ha sido denunciado ante la policía antiterrorista británica por los sicarios de Israel por una declaración pública en la que afirmó: “Apoyo a Palestine Action. Es una organización maravillosa. Es no violenta”.
Pero es típico de los países imperialistas considerarse a sí mismos como el ombligo del mundo, la máxima expresión de la democracia, las libertades, derechos y garantías. “Dime de qué presumes y te diré de qué careces”.
No hay que olvidar nunca lo que Nebrija escribió hace 500 años en la primera gramática de la lengua castellana: “La lengua es compañera del imperio”. Las palabras significan lo que los imperialistas quieren que signifiquen, porque son ellos los que escriben los diccionarios.
(*) https://samidoun.net/es/2025/04/free-the-filton-18-encarceladas-en-el-reino-unido-por-intentar-parar-el-genocidio/
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