Esta noticia tendría que abrir todos los telediarios del mundo, pero no es así. India, que representa más del 40 por ciento de todos los envíos de arroz en todo el mundo, ha impuesto severas restricciones a todas las exportaciones futuras al menos durante este año, lo que es sin duda una catástrofe alimentaria de la que apenas se habla.
India prohibió las exportaciones de arroz partido e impuso un arancel del 20% a las exportaciones de varios grados de arroz el jueves, ya que el país, que es el mayor exportador mundial del grano intenta aumentar los suministros y calmar los precios locales después de que las lluvias monzónicas por debajo del promedio redujeron la siembra.
India exporta arroz a más de 150 países, y cualquier reducción en sus envíos aumentaría la presión alcista sobre los precios de los alimentos, que ya están subiendo debido a la sequía, las olas de calor y las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea contra Rusia.
Las exportaciones de arroz de la India alcanzaron un récord de 21,5 millones de toneladas en 2021, esto es más que los siguientes cuatro mayores exportadores del grano del mundo juntos: Tailandia, Vietnam, Pakistán y Estados Unidos.
Italia es el mayor productor de arroz de la Unión Europea, y se proyecta que la producción de arroz en esa nación se reducirá en un 30 por ciento este año debido a la interminable sequía que Europa está experimentando actualmente.
El clima desfavorable ha influido tanto que las estimaciones de los agricultores son las de perder alrededor del 30 por ciento de sus rendimientos este año. Muchos de los campos más afectados se encuentran en las regiones de Lombardía y Piamonte, que juntas producen alrededor del 90 por ciento del arroz de Italia.
Esto significa, sin tapujos, que los alimentos que no se cosecharán en los próximos meses no estarán en los estantes de los supermercados en 2023. Los precios de los alimentos van a subir a niveles absolutamente ridículos, y el jefe de la ONU ya advierte de “hambrunas múltiples” el próximo año, y que están a la vuelta de la esquina.
¿ Malas cosechas ? Malas excusas. La burguesía monopolista ha dejado de ser un motor y se ha convertido en un freno para el desarrollo de la humanidad. Es un problema de campos yermos y brazos parados, pues la burguesía monopolista de estado decide quién puede producir, en qué condiciones de explotación y cuánto. Pruebe quien quiera a poner un panel solar o a cultivar tierra yerma.
Lo que se está produciendo es una crisis de superproducción capitalista desde el verano del 2019 que está creando una oleada de bancarrotas de productores.
Caso paradigmático: un hombre tenía 200 vacas lecheras en Cantabria. Como mes tras mes gastaba más dinero del que ingresaba, finalmente sacrificó las 200 vacas para venderlas como carne y dejó de producir leche.
que se hayan secado los campos por la sequia provocada por la agenda asesno o se mataran millones de reses,, bo tiene la ciulpa, pero india ya ha dichoq eu su arroz no salede la india