Los terroristas intentaron detener la ofensiva de las tropas sirias con numerosos vehículos blindados conducidos por suicidas, hasta que finalmente cayó una importante posición fortificada.
Un comunicado del Ministerio ruso de Defensa detalla que durante la operación fueron destruidos 12 vehículos blindados, incluyendo cuatro tanques, seis puestos de tiro de artillería y de morteros, un puesto de mando y un centro de comunicación, así como tres depósitos de munición. Han sido eliminados más de 200 terroristas.
Ayer la fragata rusa Almirante Essen atacó con misiles de crucero Kalibr a objetivos del grupo terrorista en la zona de la ciudad y agregaron que los lanzamientos se realizaron contra objetivos del Califato Islámico establecidos a través de “varios canales”.
El ataque fue dirigido contra un área fortificada en las cercanías de la ciudad de Shula bajo el control del grupo terrorista y las tropas sirias aprovecharon el impacto de este ataque y rompieron el asedio que los terroristas mantenían sobre la ciudad desde hace tres años.
El territorio bajo control del Califato Islámico es ya residual. En 2015 controlaban un 70 por ciento de Siria y ahora han perdido sus posiciones más importantes.