Hace ya tiempo que en una entrada presentamos la teoría del astrofísico ruso Habibullo Abdusamatov, director del laboratorio de investigación espacial del Observatorio Pulkovo, en San Petersburgo. Este científico asegura que el planeta se enfría y que hacia 2060 comenzará en el hemisferio norte una nueva Edad de Hielo que provocará una bajada de un grado y medio de la temperatura.
“Lo que deberíamos temer es una enorme caída de las temperaturas, no un calentamiento planetario catastrófico”, afirmaba Abdusamatov. “La humanidad debe sobrevivir a las graves consecuencias económicas, sociales, demográficas y políticas de un descenso de la temperatura del planeta, que afectará directamente los intereses nacionales de casi todos los países y de más del 80 por cien de la población de la Tierra”.
Mientras unos se preparan para soportar un calor sofocante, los rusos van en dirección contraria y no se conforman con fabricar rompehielos nucleares, sino que han aprendido a cultivar sandías en la Antártida a temperaturas de -80ºC bajo cero, creando un invernadero (*).
Hasta ahora las sandías sólo se cultivaban en climas cálidos porque son muy sensibles a las bajas temperaturas. Para germinar requieren una temperatura mínima de 15ºC.
El cultivo forma parte de un experimento de la Estación Vostok, un centro de investigación ruso ubicado en la Antártida que funciona permanentemente. En el invernadero los científicos plantaron las semillas en una fina capa de sustituto del suelo y colocaron luces de crecimiento especiales sobre el cultivo que imitaba la luz del sol. Como no había insectos para polinizar las flores, tuvieron que hacerlo a mano.
Seleccionaron dos variedades de sandías de maduración temprana no solo por su sabor sino también por su capacidad de adaptarse a la baja presión atmosférica y la falta de oxígeno dentro del invernadero.
103 días después de la siembra brotaron ocho frutas maduras y dulces que crecían en seis plantas diferentes. La sandías crecieron hasta aproximadamente un kilogramo de peso cada una, con diámetros de hasta 13 centímetros.
No es la primera vez que los rusos cultivan productos agrícolas en la Estación Vostok. En 2020 también cultivaron con éxito una variedad de plantas, como eneldo, albahaca, perejil, rúcula y repollo.
Al año siguiente los científicos coreanos cultivaron sandías en la estación King Sejong en la Antártida occidental. Los científicos también planean cultivar una variedad de frutas, incluidas moras, arándanos y fresas.
Pero si el planeta se calienta catastróficamente, ¿por qué los rusos invierten tiempo y esfuerzo en cultivar alimentos a unas temperaturas gélidas?
Si el Ártico se descongela, ¿por qué se empeñan en construir rompehielos?
(*) https://www.livescience.com/planet-earth/antarctica/russian-scientists-have-grown-watermelons-in-the-coldest-place-on-earth
Hola a todos:
[Reenvío -y reescribo- este comentario porque creo que el motivo por el que no ha sido publicado es que ha sido interceptado en Tor, y no meramente que no ha llegado por un fallo técnico. ]
Con relación a la climatistica malthusiana occidental, claramente neoaristocrática, comentar que está puesta en cuestión por la cataclismica sovietica de Yevgeny Smotrin. Es cierto que la cataclismica sovietica podría tener alguna connotación política, sin embargo la ciclicidad comprobada de las glaciaciones y los ciclos de once mil quinientos años de estabilidad seguidos de periodos de mil años de catástrofes de todo tipo , -climaticas, geológicas, ecosistémicas, astronómicas – presentan pruebas muy sólidas, y en realidad más veraces y congruentes con los datos que las aportadas por la hipótesis neoaristocrática malthusiana occidental del cambio climático provocado por el CO2.
De hecho, la diferencia de esta ciencia soviética con la climatistica malthusiana neoaristocrática occidental consiste en que la cataclismica sovietica lleva a la conclusión de que el máximo desarrollo de las fuerzas productivas es necesario sino obligatorio, incluyendo el crecimiento y mejora de las condiciones de vida de la población, que es la más potente y poderosa fuerza productiva, para afrontar el periodo de inestabilidad que ha empezado ya o está a las puertas de empezar en estas décadas, en lugar del decrecimiento aristocrático que propone la seudociencia malthusiana que es la climatistica burguesa occidental.
Véase:
«Nos enfrentamos a un cambio climático sin precedentes. Elementos y catástrofes a la entrada del III milenio.» Andréi Fursov
https://dzen.ru/a/ZJtW7Qw3LQAdZ-hbñ0