En medio de la galopante subida de los precios y el empobrecimiento generalizado, la prensa ha encontrado otra razón por la que la gente podría desmayarse… y todavía no es la vacuna.
Nuestros lectores ya estarán familiarizados con la cobertura que los grandes medios vienen haciendo del incremento de precios al consumo en este país, a medida que los salarios continúan cayendo cada vez más y la economía se tambalea por las limitaciones a la actividad económica.
Es comprensible que la gente esté preocupada y ansiosa, ya sea porque la subida del precio de la energía sea genuina o fabricada en aras de las ganancias, la realidad es que muchas personas durante este invierno están teniendo que optar entre calentar sus hogares o comer.
Esto fácilmente podría resultar en que las personas, especialmente las personas mayores o con salud más vulnerable sufran problemas de salud o incluso la muerte debido al frío o la desnutrición. Es probable que muchas de estas personas se conviertan en «casos de covid» o «muertes de covid» una vez que se sometan a pruebas totalmente poco confiables.
Todo es un pequeño circuito perfecto. Y sirve a la agenda de Covid en más de un sentido, porque la Universidad John Moore de Liverpool acaba de entregar a la prensa otra explicación para los ataques cardíacos que aún no han ocurrido.
Se prevé que el estrés, la ansiedad, el clima, el «covid prolongado» y una plaga de estenosis aórtica no diagnosticada causen miles y miles de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares en el futuro cercano.
Según el televisivo Dr. Amir Khan, de Reino Unido, incluso la subida de los precios de la energía pueden provocar una futura ola de infartos. No es broma, lo dijo la semana pasada en la cadena británica ITV.
«Tiene un impacto realmente devastador en la salud. Lo primero: si no puede pagar la calefacción de tu hogar, supone un mayor riesgo de desarrollar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares porque sus vasos sanguíneos se contraen para conservar el calor, lo que empuja su presión arterial alta , y con el tiempo eso tiene un impacto en su riesgo de ataque cardíaco«, dijo Khan, previniendo de una ola de infartos cuyos motivos hasta ahora parecían desconocidos.
Parecería que se avecina una «epidemia» de accidentes cerebrovasculares y algunos ya están buscando explicaciones, por absurdas que parezcan.