El mundo enfrenta una crisis de deuda que no va a terminar bien, advirtió Arthur Laffer, presidente de la consultora de inversiones y patrimonio Laffer Tengler Investments.
El endeudamiento mundial alcanzó un récord de más de 300 billones de dólares en septiembre pasado.
Tanto los países de altos ingresos como los mercados emergentes han experimentado aumentos significativos de la deuda, 100 billones de dólares más que hace una década, impulsados en parte por un entorno de bajas tasas de interés.
“Los próximos diez años serán la década de la deuda. La deuda mundial está en su punto máximo. Esto no va a terminar bien”, dijo Laffer a la cadena CNBC. Como proporción del producto interno bruto mundial, la deuda ha alcanzado el 336 por cien. En 2012 la proporción deuda-PIB era del 110 por cien en las economías centrales y el 35 por cien en las emergentes.
Para hacer frente al impago de su deuda, alrededor de un centenar de países tendrán que reducir su gasto en infraestructura social esencial, incluida la salud, la educación y la protección social, anunció Laffer.
Los países que logren mejorar sus posiciones fiscales podrían beneficiarse al atraer mano de obra, capital e inversión extranjera, mientras que aquellos que fracasen podrían perder ingresos, añadió.
“Yo esperaría que algunos de los países más grandes que no están abordando sus problemas de deuda experimenten una lenta muerte fiscal”, dijo Laffer, añadiendo que algunas economías emergentes “muy bien podrían ir a la quiebra”.
Los mercados maduros como Estados Unidos, Reino Unido, Japón y Francia son responsables de más del 80 por cien de la acumulación de deuda en el primer semestre del año pasado.
En el caso de los paises emergentes, China, India y Brasil registraron los aumentos más pronunciados.
El impago de la deuda será cada vez más problemático a medida que la población de los países desarrollados siga envejeciendo y los trabajadores activos escaseen. “Hay dos formas principales de resolver este problema: aumentar los impuestos o hacer crecer la economía más rápido de lo que se acumula la deuda”, dijo.