Albania se convirtió en miembro de la OTAN en 2009, al mismo tiempo que Croacia. Desde entonces es uno de los perritos falderos más sumisos: siempre quiso instalar una base estadounidense en su territorio y, por fin, ahora su sueño se ha cumplido.
“Creo que debemos enviar un mensaje contundente: que los Balcanes Occidentales son una región orientada a Occidente y que compartimos y debemos proteger los mismos principios y valores […] Creemos que es hora de que Estados Unidos establezca una presencia en Albania”, declaró Olta Xhacka, entonces ministra de Defensa albanesa, en 2018.
Unos meses más tarde, el Presidente del Gobierno, Edi Rama, anunció que la OTAN iba a invertir 50 millones de euros para rehabilitar la base aérea de Kuçova, situada en el centro del país, a 80 kilómetros al sur de Tirana. Seis años después, este proyecto se ha hecho realidad.
El 4 de marzo Albania reabrió oficialmente la base aérea de Kuçova, “después de transformar esta base construida hace varias décadas en una plataforma moderna para futuras operaciones aéreas de la OTAN”, anunció la Alianza en un comunicado de prensa.
Se espera que la base se convierta en una importante plataforma aérea de la OTAN, que continúa fortaleciendo su presencia en los Balcanes Occidentales, “una región de importancia estratégica”, explicó Dylan White, portavoz de la Alianza.
A pesar de que el gobierno de Tirana pretende formar la “gran Albania”, nombre que pone a la anexión de Kosovo, la OTAN le da la vuelta a la tortilla por completo y Rama habló de “las ambiciones neoimperialistas de la Federación Rusa”, durante el discurso pronunciado con motivo de la inauguración de la base.
Construida en 1952, en una época en la que la ciudad de Kuçova se llamaba “Stalin”, esta base ya fue renovada entre 2002 y 2004, cuando Tirana decidió prescindir de los aviones de combate. A partir de entonces, la fuerza aérea albanesa no es mañs que una decena de helicópteros, incluidos dos MH-60 Black Hawk suministrados por los Estados Unidos, y tres drones tácticos Bayraktar TB-2 de fabricación turca.
Es obvio que Albania no necesita para nada una base aérea. Seguro que la población tiene otras carencias, mucho más importantes.