Una ‘Alianza para 100 años’ (Reino Unido no quiere que la Guerra de Ucrania acabe demasiado pronto)

Desde el comienzo mismo de la Guerra de Ucrania, Reino Unido mostró que su política era la escalada. Boris Johnson saboteó las conversaciones de paz de 2022, y Keir Starmer ahora sabotea las actuales al negarse a reconocer a Crimea como parte de Rusia.

Antes del Golpe de Estado orquestado por Occidente en 2014, Reino Unido se había acercado a Rusia. El comercio y la inversión entre Reino Unido y Rusia estaban creciendo. La petrolera BP poseía una participación del 20 por cien en Rosneft, Rusia era el principal cliente del Nissan Qashqai fabricado en la Isla y existían estrechos vínculos entre universidades británicas y rusas, que ofrecían programas de doble titulación, así como colaboración financiera entre la City de Londres y Moscú. La inmigración rusa a Reino Unido alcanzó su punto máximo con el cambio de siglo, cuando algunos oligarcas rusos adquirieron propiedades de lujo en Londres.

Ahora Reino Unido es principal promotor del belicismo occidental contra Rusia, como lo destaca el documento de estrategia de Revisión Integrada 23 del gobierno, que nombra a Rusia como su “enemigo principal”.

Desde marzo de 2023 Reino Unido se ha convertido en el mayor donante de ayuda militar a Ucrania, después de Estados Unidos y Alemania, proporcionándole inteligencia militar y entrenamiento exhaustivo. Sus principales esfuerzos se han centrado en intensificar la guerra mediante provocaciones militares peligrosas, como el ataque al puente de Kerch en Crimea, uniendo a otros países agresores contra Rusia e interviniendo diplomáticamente para impedir cualquier acuerdo de paz. En enero de 2023 suministró tanques Challenger a Ucrania antes que cualquier otra potencia occidental, una provocación peligrosa, a la que no hubo objeciones internas, porque la agresión británica goza de apoyo de los dos partidos políticos principales.

Los principales partidos británicos vilipendian a Rusia. Starmer prometió a Trump que Reino Unido se comprometía al mayor aumento en el gasto de defensa desde el final de la Guerra Fría. Tiene previsto gastar en este gasto el 3 por cien del PIB durante la próxima legislatura y de momento se ha comprometido a aumentarlo hasta el 2,36 por cien el año que viene, lo que representa 6.400 millones de libras adicionales para 2027. La atención se centrará en submarinos nucleares, buques de guerra, drones y tecnologías basadas en inteligencia artificial.

Como en otros países, los medios de intoxicación promocionarán la industria de la guerra como un “motor de crecimiento”, un argumento keynesiano que ignora la realidad: el número de empleos en la industria de defensa es muy pequeño.

Los británicos también quieren apoderarse del botín minero de Ucrania

Los británicos también quieren apoderarse de las minas ucranianas. Según sus cálculos, aproximadamente el 5 por cien de las materias primas estratégicas del mundo se encuentran en Ucrania. Esto incluye unos 19 millones de toneladas de grafito, de los cuales Ucrania es uno de los cinco principales proveedores del mundo. El grafito se utiliza para fabricar baterías para vehículos eléctricos. Otros minerales esenciales incluyen las tierras raras, que desempeñan un papel crucial en las tecnologías de defensa, incluidos los sistemas de guía de misiles y los radares.

En total, Ucrania tiene alrededor de 20.000 depósitos minerales que abarcan 116 tipos de minerales, incluidos berilio, manganeso, galio, uranio, circonio, níquel, titanio y litio, con un valor estimado de 26 billones de dólares (1).

La primera Estrategia de Minerales Críticos de Reino Unido, iniciada en 2022 y actualizada al año siguiente, identificó 18 minerales que Reino Unido cataloga como “críticos”. Un informe del Comité de Asuntos Exteriores sobre minerales estratégicos, publicado en diciembre de ese año, concluyó que “Reino Unido no puede permitirse el lujo de seguir siendo vulnerable en cadenas de suministro tan estratégicamente importantes”. Un documento de orientación del Departamento de Defensa de 2023, “Actualización de minerales críticos: garantizar la resiliencia en un entorno global cambiante”, identificó el control de China sobre dos tercios de los 18 minerales críticos, incluido el 75 por ciento de los depósitos de tierras raras, como una amenaza estratégica. Como dejó claro un dirigente laborista, David Lammy, el año pasado: “Mirad a vuestro alrededor. Los países se pelean por asegurar el acceso a minerales críticos, tal como las grandes potencias lucharon en su día por el control del petróleo”.

La declaración de Starmer sobre la Alianza para 100 años con Ucrania, si bien es en parte un truco de relaciones públicas que reitera las “garantías de seguridad” que Reino Unido dio a Ucrania hace más de un año, en enero del año pasado, también se refiere explícitamente al control británico sobre el botín minero. La declaración compromete a Reino Unido y a Ucrania a “desarrollar una estrategia ucraniana sobre minerales críticos y las estructuras regulatorias necesarias para apoyar la maximización de los beneficios de los recursos naturales de Ucrania, a través del posible establecimiento de un grupo de trabajo conjunto”. El objetivo es que el sector privado británico se apodere de los yacimientos minerales ucranianos.

El proyecto se llama SOERA (Reforma de la Empresa Pública en Ucrania), y está financiado por la Usaid, con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido como socio menor, aunque detrás de una cooperación aparente entre Estados Unidos y Reino Unido, hay una competencia feroz. Las afirmaciones de Reino Unido de ser el “socio privilegiado” de Ucrania en el desarrollo de su estrategia de minerales críticos se ven socavadas por la presión de Trump sobre Zelensky para que ceda los vastos recursos minerales del país como “compensación” por el apoyo estadounidense a Ucrania. Trump exige 500.000 millones de dólares en activos ucranianos y amenaza “la Alianza para 100 años”. Al mismo tiempo, la Unión Europea también ha ofrecido un acuerdo a Ucrania para asegurar su parte del botín (2).

Frente a esta competencia, Reino Unido está utilizando su condición de aliado europeo más cercano a Ucrania como palanca para obtener el control de las minas y las rutas de transporte necesarias para llevar los minerales ucranianos a los mercados mundiales (3).

Un sicario de Rothschild asesora al Ministerio ucraniano de Economía

Así como la invasión de Irak en 2003 tuvo que ver -en parte- con el control del petróleo, la campaña de Malasia en los años cincuenta tuvo que ver -en parte- con el caucho, y el apoyo a la Sudáfrica del apartheid tuvo que ver -en parte- con la explotación de oro y minerales, la guerra en Ucrania tiene que ver -en parte- con los beneficios de los gigantes mineros británicos. Estas empresas incluyen a Rio Tinto y Anglo-American, así como Rothschild, que tiene 53.000 millones de dólares de inversiones en Ucrania. Como ya hemos explicado, quien administra la deuda de Ucrania es Rothschild. Un miembro de su junta directiva y antiguo ministro de Comercio, Lord Sedwill, es asesor del Ministerio de Finanzas de Ucrania desde 2017 (4). El objetivo es “defender a Londres como la capital mundial de las finanzas para minerales críticos”, utilizando la preeminencia de la City como centro financiero, especulando con minerales y deuda pública (5).

El segundo objetivo de Reino Unido al prolongar la guerra es aumentar sus exportaciones mundiales de armas probadas en combate y extender su influencia militar sobre Ucrania. Además de los 14 tanques Challenger suministrados a Ucrania, Reino Unido ha proporcionado 63 helicópteros Sea King, 6 vehículos blindados Stormer, 20 vehículos anfibios Viking, 1.800 misiles de defensa aérea, 12.000 armas antitanque, 1.000 detectores de minas y 4.000 uniformes militares, así como un millón de rondas de munición. Las ventas de armas han superado los 3.000 millones de libras y han prometido otros 7.800 millones de libras adicionales.

Reino Unido también encabeza el entrenamiento de las tropas ucranianas como parte de la Operación Interflex, en la que participan más de mil soldados británicos. Hasta enero de este año, 51.000 soldados ucranianos habían sido entrenados en Reino Unido, país que sirve de plataforma para que los países bálticos y escandinavos, Canadá, Nueva Zelanda y Países Bajos envíen tropas a Reino Unido para contribuir al programa de entrenamiento.

El servicio de inteligencia MI6 también es muy activo en Ucrania, como lo confirmó su jefe, Richard Moore (6). Como ya hemos explicado, al comienzo de la guerra el MI6 creó una organización secreta llamada Proyecto Alquimia para derrotar a Rusia (7). Colaborando con su homólogo francés, la DGSE, para obtener información crucial del campo de batalla, los agentes del MI6 usaron su trabajo para la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) como tapadera, lo mismo que ya hicieron durante la Guerra del Donbas.

Los préstamos a la industria de guerra son éticos

El precio de las acciones de la empresa de armamento BAE Systems casi se ha triplicado, y las de Rolls Royce, el fabricante de motores de aviones de combate y reactores submarinos, subieron aún más. Babcock International y Sheffield Forgemaster también se han beneficiado. El valor de las empresas armamentísticas británicas y europeas ha crecido mucho más rápido que el del todavía dominante complejo militar-industrial estadounidense. Los colosales beneficios de la guerra crean fuertes presiones para prolongar las hostilidades.

Noventa y seis parlamentarios laboristas y seis de la Cámara de los Lores han firmado una carta abierta instando a los bancos a acabar con las restricciones a los préstamos a la industria de guerra. “No hay inversión más ética que dar al pueblo ucraniano todo el apoyo que pueda de sus aliados”, decía la carta. Los bancos, inversores y fondos de pensiones deberían considerar a los fabricantes de armas como inversiones “éticas” para que se asignen más fondos a la industria para armar a Ucrania y a Reino Unido.

Para aumentar aún más loss beneficios de las empresas de armamento, se gastarán 2.000 millones de libras para aumentar la capacidad de préstamo de UK Export Finance para ayudar a pagar las compras en el extranjero de equipo militar británico: otra subvención pública para los fabricantes de armas.

El fracaso más espectacular del ejército británico

Reino Unido participa activamente sobre el terreno en Ucrania. Su intervención no se limita a los cincuenta soldados de las fuerzas especiales británicas cuya lista de soldados que sirven en Ucrania se incluyó en documentos filtrados del Pentágono en 2023 (8). Va mucho más allá.

La contraofensiva de 2023, planeada en Reino Unido y en la que se utilizaron por primera vez tanques Challenger, fue seguida por la invasión de Kursk un año después. Se trató de un proyecto británico en el que Reino Unido suministró la mayor parte del equipamiento, incluidos los tanques Challenger. Era la primera vez en la historia que tanques británicos luchaban en suelo ruso.

El gobierno británico presiona a otros países occidentales, especialmente a Estados Unidos, a continuar la guerra. Actualmente trata de explotar cualquier división dentro del gobierno de Trump.

Sin embargo, el plan de Starmer y Macron para desplegar tropas en Ucrania tuvo que ser suavizado después de que Rusia advirtiera que todos los soldados británicos y franceses serían considerados combatientes y después de que Estados Unidos se negara a proporcionar una “red de seguridad”. Es contraproducente que los británicos vayan por delante de sus aliados de la OTAN. Incluso en tiempos de Biden, Estados Unidos se distanció de la invasión de Kursk, otro intento británico fracasado de prolongar la guerra.

Pero Reino Unido no desmaya porque quienes mueren son los ucranianos. Un reportaje del New York Times sugiere que, si se produce un acercamiento entre Moscú y Washington, sería el fracaso más espectacular de la estrategia británica posterior a la Segunda Guerra Mundial de utilizar la fuerza militar y la riqueza estadounidenses para sus propios fines. Hay mucho en juego para el imperialismo británico. Los beneficios podrían incluir no sólo el control de los minerales de Ucrania y asegurar una porción significativa del pastel de la reconstrucción de la posguerra, sino también mantener la influencia sobre el ejército del país, un papel que Reino Unido desempeña en muchos otros países.

‘Un mundo más peligroso es un buen mundo para las aseguradoras’

La ambición de Reino Unido va más allá de Ucrania para convertirse en el protagonista más importante de Europa central y oriental, habiendo superado ya a sus rivales franceses y alemanes en la región. Las relaciones británicas con Polonia, por ejemplo, han adquirido una importancia cada vez mayor, como lo demuestra un nuevo tratado militar entre ambos países, que incluye el suministro por parte de los británicos de un sistema de defensa antiaérea a estrenar (9).

Reino Unido también ha estacionado seis Eurofighter Typhoon en Polonia para enviar “una señal clara del compromiso de Reino Unido con la seguridad de la región”, según la embajada británica en Varsovia. Polonia comenzó a suplantar a Alemania como el centro militar más importante de la OTAN, con el ejército de tierra más grande de Europa.

Por encima de todo, Reino Unido actúa como guardián del imperialismo en su conjunto, aprovechando su larga experiencia militar, diplomática y de espionaje como potencia imperialista con una larga trayectoria. Con su economía dominada por los intereses parasitarios globalizados de la City de Londres, Reino Unido pretende proteger estos activos mediante su insaciable belicismo, al tiempo que se beneficia directamente de los mayores riesgos que conlleva la guerra. “Un mundo más peligroso es un buen mundo para las aseguradoras”, dijo John Neal, director de la aseguradora Lloyds, un año después del inicio de la guerra en Ucrania (10).

En 1997 Tony Blair dijo: “Siglo tras siglo, el destino de Reino Unido ha sido dirigir a otras naciones. Este destino no debería formar parte de nuestra historia. Debería formar parte de nuestro futuro […] O dirigimos naciones, o no somos nada”. No se deben subestimar las tradiciones imperialistas y las ambiciones actuales de Reino Unido.

(1) https://www.dentons.com/en/insights/articles/2024/august/20/ukraine-critical-minerals
(2) https://www.politico.eu/article/critical-minerals-rare-earths-deal-eu-not-donald-trump/
(3) https://www.cityam.com/britain-should-offer-ukraine-our-own-minerals-deal/
(4) https://unherd.com/newsroom/can-britain-benefit-from-ukraines-minerals-deal/
(5) https://www.gov.uk/government/publications/uk-critical-mineral-strategy/resilience-for-the-future-the-uks-critical-minerals-strategy
(6) https://aoav.org.uk/2024/mi6-chief-confirms-uk-covert-support-for-ukraine-in-fight-against-russia/
(7) https://thegrayzone.com/2024/11/16/uk-plot-keep-ukraine-fighting/
(8) https://www.theguardian.com/uk-news/2023/apr/11/up-to-50-uk-special-forces-present-in-ukraine-this-year-us-leak-suggests
(9) https://www.gov.uk/government/news/uk-and-poland-to-launch-new-defence-and-security-treaty-in-warsaw
(10) https://news.sky.com/story/lloyds-of-london-results-show-resilience-despite-ukraine-war-and-hurricane-ian-12840740


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