Makram Alí, musulmán asesinado en Londres |
Es imposible que no lo supieran porque no les permitieron dejar de verlo y oirlo una y mil veces a través de la televisión, las radios, la prensa y las redes sociales.
Un eco de esas dimensiones multiplica el impacto del hecho y da lugar a tertulias e informativos especiales en los que aparecen esos típicos expertos que en sus análisis hacen alardes de imbecilidad.
También se enteraron inevitablemente de que en Berlín, en las entrañables fiestas de Navidad de 2016, otro repugnante yihadista arrolló con un camión a los peatones, matando a 12 de ellos.
No les quedó otro remedio que enterarse porque provocó la misma sobredosis de imágenes y comentarios.
A los medios de intoxicación les gusta que Ustedes se informen bien, estén al minuto de la actualidad y, sobre todo, que se enfaden convenientemente con ese tipo de atentados.
Pero, lamentablemente, a esos medios se les olvidó contarles lo siguiente: que el 19 de junio Darren Osborne, un fascista británico, arrolló con una camioneta a un grupo de musulmanes que estaban en la calle, cerca de una mezquita de Londres en Finsbury Park, mató uno de ellos y provocó heridas a otros nueve.
Tampoco les han contado ni comentado que el muerto se llamaba Makram Alí, que tenía de 51 años y que el juicio contra el fascista ha durado nueve días y concluyó ayer, cuando se conoció la sentencia, que ha sido condenatoria.
¿Cómo se sentirán los musulmanes cuando, una y otra vez, comprueban que sólo son noticia si cometen un delito, pero nunca si son víctimas de ese mismo delito?
¿Por qué nadie ha informado de este crimen fascista?, ¿por qué nadie lo comenta en las tertulias?, ¿por qué no hay expertos en crímenes fascistas que vayan a las televisiones a ilustrarnos?