Amenazó a Corea con arrasarla, y prácticamente hacerla desaparecer. No hace falta recordarles a los coreanos lo que implica la intervención de los USA en su país. Los gringos, durante la guerra de Corea utilizaron las armas más terribles de que disponían, entre otras los llanzallamas, que abrasaron a hombres, mujeres y niños que se escondían en cuevas para refugiarse de la barbarie de la «civilización» occidental. Sus tropas casi llegaron al río Yalú, que hace de frontera con China, y el peligro que corría China en ese momento llevó a que Mao Zedong mandara un millón de militares a combatir con ese demonio que son los USA. Ello llevó a la partición de Corea en dos estados, y a que en el sur del paralelo 38 se instalara un estado títere, cuyos hilos se mueven desde Washington, y que sirve a sus intereses. El estado del sur es una permanente provocación contra la Corea socialista, y ese es el motivo por el cual no se firma un tratado de paz entre las dos Coreas, y por eso los USA hacen todo lo posible para que ello no ocurra, y por ello mantienen en forma permanente 30 mil militares en ese territorio.
No quieren un tratado de paz, porque de firmarse, ello haría que la presencia de tropas yanquis en Corea no tuviera razón de ser. La guerra de Corea era una provocación contra China y contra la URSS, que tiene frontera con la Corea socialista, y ello hizo que el célebre general Douglas Mc Artur, que había entrado victorioso en Japón luego de la masacre de Hiroshima y Nagasaki preconizara que el ejército yanquy arrojara una bomba atómica sobre Corea, cosa que felizmente no ocurrió por la firme postura de la URSS, que envió armamento y aviones MIG 15 para parar la agresión.
Como en su insensato discurso hubo para todos no se olvidó de Venezuela, y al mejor estilo del Far West, amenazó con ir a «arreglar las cosas» en ese país si antes no las arreglaban las autoridades del mismo.
Pero su discurso fue tan lamentable que su sirviente en Francia Emmanuel Macron, le afeó su postura en contra del tratado con Irán sobre el uso pacífico de la energía atómica, diciendo que ese era un buen tratado y que debía respetarse, ya que el mismo no pertenecía a los EEUU sino al mundo entero.
No cabe duda que a este desenfrenado vaquero le vendrá bien una dosis de jarabe vietnamita. Ya lo está probando en Siria; pero habrá que aumentar la dosis. La de adulto.