Halton Arp |
Arp es el autor de un “Atlas de galaxias peculiares”, considerado como una de las obras maestras de la observación astronómica moderna. Además, ha publicado numerosas obras científicas. En los años sesenta era uno de los astrónomos mejor valorados dentro de su profesión. Fue galardonado con el Premio Helen B. Warner de la Sociedad Astronómica Americana, le concedieron el premio Newcomb Cleveland de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia y fue presidente de la Sociedad Astronómica del Pacífico desde 1980 hasta 1983, recibiendo el Premio Alexander von Humboldt en 1984. En 1987 publicó un apasionante libro titulado “Quasars, redshifts and controversies” que trata sobre la interacción de las galaxias con los quásares distantes.
Arp es el científico maldito de la astrofísica. Está enfrentados a la hipótesis del “big bang”, una de las mayores farsas de la ciencia del siglo pasado, fraguada por las religiones. Que esta teoría esté ampliamente consolidada entre los astrónomos no la hace menos absurda porque la ciencia no se resuelve con votaciones.
La hipótesis del “big bang” supone que el universo está en expansión pero, aunque así fuera, la ciencia no puede hablar de universo sino sólo de la parte que detecta. Tampoco puede afirmar que todo el universo es homogéneo, es decir, que se comporta íntegramente como aquella parte que vemos. A lo máximo podría sostener que la parte visible se expande.
¿Por qué muchos astrofísicos imaginan que el universo se expande? Por la ley de Hubble, una de las más importantes de la astronomía, descubierta hacia 1920. Las estrellas más alejadas que observamos emiten una luz que, en su espectro electromagnético, los observatorios detectan con un desplazamiento hacia el rojo. Newton demostró que la luz se compone de varias gamas que van desde el violeta hasta el rojo y que se puede descomponer en sus distintos integrantes. Según la ley de Doppler, que se conoce desde mediados del siglo XIX, cuando un foco emisor de luz se acerca a nosotros, su espectro se registra en el extremo violeta, mientras que si se aleja, se desplaza al extremo contrario. Dado que detectamos la luz de las estrellas más alejadas en la parte roja del espectro, deducimos que esas estrellas se están alejando de nosotros.
La ley de Doppler es cierta y la de Hubble también. Ahora bien, la pregunta es: el desplazamiento hacia el rojo, ¿es consecuencia únicamente de la velocidad y la distancia o existen otros factores que también desplazan la luz en el espectro? Si así fuera, significaría que los quásares no son estrellas tan lejanas como la mayor parte de los científicos supone. Esta es la tesis clave de Halton Arp: el desplazamiento al rojo de las galaxias no está relacionada sólo con la distancia sino también con la temperatura, los campos gravitatorios y otros factores que atraviesa en su camino. El “big bang” es una hipótesis falsa.
A partir de aquí empezó el calvario de Arp, la persecución y las represalias. En 1983 le despidieron del telescopio de Monte Wilson. Entonces se produce la típica paradoja: si sigues defendiendo que la hipótesis del “big bang” es falsa, te piden que lo demuestres; al mismo tiempo no te dejan demostrarlo. Así es como algunos dirigen la ciencia por el rumbo que le interesa.
Naturalmente la censura académica organizó un enorme escándalo. Los observatorios de todo el mundo protestaron y hasta la primera página del diario Los Angeles Times se hizo eco del malestar. Todo fue en vano. Para continuar investigando, Arp no tuvo más remedio que exiliarse a Europa, al Instituto Max Planck de física, en Alemania, donde ha continuado su trabajo científico.
Algunos indicios apuntan a favor de la tesis de Arp. El quásar Markarian 205 tiene un desplazamiento al rojo muy grande, por lo que deberá estar muy lejos de este planeta o, en las absurdas expresiones de algunos seudocientíficos, en los “confines” del universo. Pero al hacer una fotografía conjunta de este lejano quásar con la galaxia NGC 4319, que tiene un ligero desplazamiento al rojo, aparecen aparententemente entrelazados, lo cual es imposible porque deberían estar muy lejos uno de otro. Si este fenómeno no es una casualidad, un engaño de nuestra visión o de los telescopios, significa que algo falla.
Lo más probable es, en efecto, que algo esté fallando en la hipótesis del “big bang”. Si en lugar de luz utilizamos el espectro de rayos X, el fallo del “big bang” se confirma: sigue apareciendo una especie de puente que conecta al quásar lejano con la galaxia próxima.
Pues bien, la cosa es aún mucho peor para la hipótesis del “big bang”. Esas conexiones entre quásares lejanos, como el Markarian 205, y galaxias próximas como NGC 4319 se han observado también en decenas de asociaciones cósmicas semejantes.
Como cualquier forma de seudociencia, la hipótesis del “big bang” tiene sus días contados. El universo es eterno; no tiene principio ni tendrá final.
A mí tampoco me casaba del todo la teoría del big-ban: plus.google.com/+RafaelDom%C3%ADnguezLosada/posts/7BgrncHSV7b • Ved además este comentario, renovado con un encabezado porque me da que los Facebook hacen de censores:
• De verdad Facebook, el siguiente trabajo lo había puesto con fecha 16 de octubre y hoy no apareció con tal fecha. ¿Qué creéis que pudo haber pasado?
• Este trabajo es para mí otra razón más de por qué soy panteísta, de igual forma que lo era mucha gente sensible en el mundo antiguo (más recientemente como panteísta se manifestó el mismo Galileo Galilei), antes de que este tipo de intuición que le confiere sensibilidad e inteligencia a todas las formas de vida fuera efectiva y mayoritariamente barrida, marginada, por el uso espurio de la religiosidad debido al resto de las religiones.
• Los panteístas no creemos en ningún dios moral que premie o castigue a ninguna parte del todo, incluidos nosotros, que no somos sino que partes de las múltiples formas de la energía que configura el todo constantemente cambiante, al que a modo de concesión se le podría llamar dios. Pero ese disparate consistente en considerar que hay un Dios creador aparte del todo, nos complica aún más la intelección a nosotros los que hemos evolucionado hasta el rango de seres pensantes, por los gestores del rentable consorcio de los cielos en la tierra (rentable no sólo para el clero, sino que fundamentalmente para el sistema capitalista a cuyo servicio están y que por ello protegen por todo el mundo las comedias con pompa y boato de esos para mí deleznables comediantes por lo odioso que me resulta toda mentira).
• Estoy convencido de que de la nada nada sale. Suponiendo que nuestro universo necesariamente tuviera un inicio (en vez de la generación eterna de múltiples formas de vida a partir de la energía y sus partículas y sub-partículas atómicas, según se dedujo ya en la antigüedad Demócrito), fue de un inmenso germen energético que se expandió. La famosa teoría del "big-bang" respecto a que el universo está en expansión y que volverá a contraerse (que vendría a ser algo así como ese germen al que hago referencia, sin que suponga para mí la más exhaustiva explicación), apunta a que el mundo científico tampoco creen en el vacío absoluto que sería la nada y a partir de ella la creación por un Dios aún más difícil de explicar.
• Ese enorme quantum de energía concentrada que explosionó y que a medida que las partículas debidas a la gigantesca explosión se fueron enfriando para dar vida a este universo con su enorme diversidad: según la aceptable teoría del "big-bang", se pretende por quienes la aceptan tal cual que de momento las galaxias debidas a esa explosión primigenia se están alejando de forma cada vez más rápida, pero que se volverán a contraer de cara a un nuevo inicio. Mas entonces… ¿de dónde rayos vienen la galaxias que se acercan a nosotros? is.gd/EFPrmu
• Para mí el vacío no existe y me da que todo, absolutamente todo, es energía que se manifiesta en innumerables formas. Y aunque mi pequeño cerebro es incapaz de concebir el infinito y la eternidad (que por cierto asumo), el vacío de la nada también me resulta inconcebible.
• Y es por ello que yo estoy con el pensamiento de "El eterno retorno de todas las cosas", en lo más grande como en lo más pequeño (también en el aspecto psicológico de que trata Friedrich Nietzsche respecto al crecimiento espiritual de aquellos pocos que evolucionan hasta ser realmente libres en lo espiritual). Por lo que me cabe aceptar, sin que me parezca descabellado, que el todo es infinito y eterno, sin principio ni fin. Y que, por tanto, no hay teoría que pueda explicar de mejor manera el todo que el pensamiento de "El eterno retorno de todas las cosas", aunque teorías como la del "big-bang" puedan facilitar en alguna medida la intelección.
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA, VALIENTE GILIPOLLEZ.
¡Ostia! Eso de Astrofísico apabulla. Pa' la colección de sapos, que hay que soltar mala baba pa' apabullar. ¡JAJAJA!
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Como se puede ver, los imbéciles son cada vez más numerosos … ellos son mayoría y es imposible ganarles.
¿Cómo reconocerlos? Por lo general hablan de modo prolijo, escriben sobre lo que no saben, no conocen nada de cualquier ciencia, citan muchos ejemplos poco claros, vía de regla no relacionados al tema discutido y les encantan a las teorías de conspiración.
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Que el administrador del blog haga aquello que entienda conveniente con estos comentarios. Por mi parte ahí quedan. Porque a estos matones considero que se les debe de responder, cuando menos verbalmente. Aunque a lo mejor de mí le apetecería poder dar otra respuesta y así trabajar en pro de que se lleguen a respirar mejores aires en el planeta. Pero no me toca otra que volver a quedarme con las ganas, como ya me sucedió tantas otras veces, con gente digamos que al alcance de la mano. Una auténtica pena, pero…
Interesante articulo, aunque carece de fuentes. Que el administrador del blog cite las fuentes para profundizar acerca de este tema. No obstante, no me parece objetivo eternizar a la materia, que en este caso es el universo y todo lo que lo compone.